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Cientos de españoles dedican sus vacaciones de verano a conocer y apoyar el trabajo de las ONG trabajando de manera voluntaria en sus proyectos en países en desarrollo, aunque este año son muchos menos los que han podido viajar a causa de la crisis, según han confirmado varias organizaciones.

La crisis no ha debilitado el compromiso de la sociedad con las ONG, pero sí ha cambiado el tipo de apoyo que están dispuestos a dar, explica Yolanda Polo, portavoz de la Coordinadora de ONG de Desarrollo (ONGD), que agrupa a 96 organizaciones estatales y unas 400 autonómicas.

"Mucha gente ha reducido sus aportaciones económicas, pero se ofrece a colaborar y trabajar de manera altruista, y los viajes al extranjero también se han reducido mucho porque cada voluntario tiene que pagarse su billete y manutención", señala.

La Coordinadora detalla que hay más de dos millones de españoles que apoyan económicamente la labor de las ONG y que unos 25.500 trabajan como voluntarios de las organizaciones, pero que no existen cifras de cuántos pueden pagar los más de 1.500 euros que cuesta trabajar durante el verano en un proyecto en el extranjero.

"Mucha gente que se ha quedado en paro llama para ofrecerse a trabajar unas horas, lo que demuestra que el compromiso y la solidaridad no han descendido", confirma la vicepresidenta de la Coordinadora, Eva Sarto.

Para Sarto, la sociedad ha comprendido que "la solidaridad no es un lujo para tiempos de bonanza, sino una prioridad que no podemos abandonar en tiempos difíciles".

SOLIDARIOS, PERO SIN DINERO
La ONG Ayuda en Acción desarrolla proyectos en Asia, África y América Latina, pero sólo envía voluntarios de verano a trabajar en proyectos latinoamericanos y ha notado el gran descenso.

"El número de voluntarios para viajar al extranjero a ayudar ha caído en picado", asegura la portavoz de Ayuda en Acción, Emilia Arias, quien confirma que normalmente la ONG envía entre 20 y 30 voluntarios cada verano para colaborar en sus proyectos en el extranjero, "pero este año no van más de diez".

"Se han quedado fuera por el tema económico", coincide la responsable de voluntariado de Ayuda en Acción, Elisa Iglesia, quien detalla que "se trata de gente muy comprometida, que pasa un tiempo colaborando con nosotros aquí en España y decide dar un paso más".

También la ONG Solidaridad Internacional, que está involucrada en 150 proyectos de desarrollo por todo el mundo, envía voluntarios al extranjero todos los años.

"Es muy importante dar a nuestros socios y colaboradores la posibilidad de implicarse de forma directa, de ver todo lo que se consigue gracias a su aportación", apunta la responsable de voluntariado de Solidaridad Internacional, Sandra Victoria Salazar.

Este agosto, la ONG tiene unos 60 españoles trabajando como voluntarios en 14 proyectos de cinco países, todos de Iberoamérica, y en julio envió a otros 40.

Una de ellas es Ángela Gutiérrez, una funcionaria del Ministerio de Economía y Hacienda, que viajó la semana pasada a Perú para trabajar durante tres semanas en un proyecto de promoción de las capacidades de la mujer.

"Podré ir de turismo el resto de mi vida, pero ahora que estoy bien y no tengo ataduras personales ni profesionales, quiero ver la realidad y aportar un granito de arena para mejorarla", explica Gutiérrez.

También Sergio González y su mujer Ana Martín de Rosales, ambos profesionales de 35 años, se han ofrecido voluntarios para apoyar sendos proyectos de Solidaridad Internacional.

Desde el Aeropuerto de Barajas, antes de embarcar con destino a Guatemala, González apunta que se trata de "devolver algo de todo lo bueno que nos ha tocado a nosotros y echar una mano a personas que lo tienen más difícil".

González, ingeniero aeronáutico que trabaja en Airbus militar, pasará el verano cuidando a los hijos de las mujeres que asistan a unos talleres de capacitación.