La petrolera BP bombea 1,75 millones de litros diarios de crudo de la campana sobre el pozo averiado en el golfo de México, dijo ayer la Casa Blanca, que advirtió que los efectos del derrame se sentirán "durante años".
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, el almirante del Servicio de Guardacostas, Thad Allen, encargado de la coordinación en las tareas de lucha contra el vertido, indicó que las tareas de contención del crudo progresan "bastante bien" pero aún habrá marea negra durante semanas y meses, y sus efectos sobre la vida salvaje se dejarán sentir durante mucho tiempo.
Allen también matizó que, hasta el momento, se desconoce con exactitud cuánto petróleo bombeado se conseguirá recuperar.
La compañía responsable del derrame, British Petroleum (BP), trabaja ahora en intentar aumentar el volumen de petróleo que trasvasa de la campana que colocó la semana pasada sobre el pozo averiado a un barco petrolero en la superficie, indicó Allen.
En la actualidad, el cálculo es que la compañía consigue bombear 11.000 barriles, o 1,75 millones de litros diarios de petróleo.
Pretende ahora enviar un petrolero de mayor tamaño y aumentar el volumen recogido a 20.000 barriles diarios (3,18 millones de litros).
A largo plazo, agregó el mando, BP buscará contar con petroleros de mayor capacidad para trasvasar el petróleo y erigir una conexión más permanente entre la campana que cubre el pozo y los barcos que almacenan el crudo en la superficie, de modo que se pueda desconectar con facilidad y resista la temporada atlántica de huracanes que acaba de comenzar.
Ahora mismo, en caso de un huracán quizás habría que desconectar la tubería y suspender las operaciones de bombeo, explicó.
Según Allen, parte del problema para combatir el vertido ahora es que la marea negra "ha comenzado a separarse" por lo cual en vez de una masa compacta de petróleo "nos encontramos con cientos de miles de manchas, cada una yendo hacia un sitio". "Nos enfrentamos a un enemigo que cambia constantemente", aseguró el almirante, en referencia a la marea negra.
Poco antes de que el mando ofreciera su rueda de prensa se daba a conocer que ya se ha encontrado alquitrán en puntos de las costas de Texas, después de que la semana pasada ya se empezara a encontrar chapapote en las playas del norte de Florida.
La prioridad ahora, matizó Allen, es aumentar la capacidad de recogido de crudo de la superficie, algo en lo que ya trabaja el Servicio de Guardacostas.
Como en anteriores ocasiones, el mando recordó que el problema no quedará completamente resuelto hasta principios de agosto, cuando se completarán los dos pozos alternativos que perfora BP, la petrolera responsable del derrame.
Incluso una vez que uno de esos pozos entre en funcionamiento, seguirá habiendo petróleo en el mar, al menos durante "cuatro a seis semanas más", sin tener en cuenta el alquitrán que pueda llegar a las orillas.
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