Ecofin. Elena Salgado y Claude Trichet exponen a la prensa los acuerdos - Reuters

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La Unión Europea no tiene intención de cubrir los excesos que la banca pueda tener en un futuro con el fondo de rescate que planea crear, y por eso ayer avisó a las entidades de que dicho fondo no les servirá como un seguro para que el Estado vuelva a salir en su rescate. La reunión del Ecofin, el Consejo de Economía y Finanzas de la UE, concluyó ayer en Madrid tras dos intensas jornadas en las que la supervisión financiera y el refuerzo del control presupuestario centraron las discusiones entre ministros y gobernadores de bancos centrales. Un control fiscal que podría reforzarse con la revisión de los presupuestos de cada Estado por parte de Bruselas, aunque la presidenta de turno del Ecofin, Elena Salgado, aclaró que esta propuesta que presentó la Comisión Europea no supondrá que las autoridades comunitarias puedan votar o vetar las cuentas nacionales.

En la rueda de prensa de conclusión del Ecofin, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, resumió la propuesta de crear un fondo europeo que puede estar formado por "fondos de resolución" de cada país nutridos con las aportaciones de la banca.
Salgado advirtió de que dichas aportaciones no deben hacer pensar a las entidades que cuentan con un seguro para, en caso de estar en peligro, tener la convicción de que el Estado saldrá a reflotarlas.
Una teoría en consonancia con la del autor de la propuesta, el comisario europeo de Mercado Interno y Servicios, Michel Barnier, quien en su intervención ante el Consejo advirtió de que los contribuyentes no pueden volver a ser los primeros pagadores de los estragos de la banca.

Espera concretar el fondo antes de junio

Aunque aún queda mucho recorrido hasta definir cómo serán el fondo y la tasa bancarios, Barnier espera concretar antes de junio si se decanta por la creación de un único fondo europeo al que aporten las entidades directamente, o uno que coordine los fondos creados por cada Estado.

En este último caso, Elena Salgado apuntó que podrían utilizarse como base los fondos de garantía de depósitos (FGD) existentes en algunos países como España, si se les introdujeran elementos para determinar los riesgos que asuman las entidades con el fin de gravarlos.
En cualquier caso, estos fondos serían complementarios a la reforma del sistema de supervisión financiera en la UE, según recordó Rehn, que además debería estar coordinada con terceros países como apuntó el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

Tanto Trichet como Rehn coincidieron además en que hay que perfilar con detalle las aportaciones bancarias y tener en cuenta las mayores exigencias de capital que marcará Basilea III para evitar que perjudiquen que el crédito llegue a familias y empresas y ayude así a la recuperación económica.

Trichet advierte contra una tasa a las entidades financieras

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, abogó ayer por afrontar con cuidado la tasa europea a la banca para los rescates de entidades y los futuros cambios regulatorios en el sector financiero, que supondrán mayores exigencias de capital y de liquidez, para evitar que se asfixie la recuperación en Europa.

"Debemos estar seguros de no poner en peligro la recuperación", dijo el presidente del instituto emisor europeo en una rueda de prensa junto a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn. Trichet se refirió tanto al impuesto que la UE estudia aplicar a la banca para resolver problemas de entidades y amenazas a la estabilidad financiera, como a los cambios normativos que obligarán a la banca a contar con más capital y de mayor calidad.