Artur Mas. - ARCHIVO

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El presidente de CiU, Artur Mas, asumió ayer la "responsabilidad" de un hipotético fracaso en las elecciones catalanas del próximo otoño, aunque se ha mostrado convencido de que el "cambio" que quiere abanderar cuajará.

Mas, proclamado por tercera vez consecutiva candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, en esta ocasión por aclamación de los consejos nacionales de CDC y Unió reunidos ayer junto al monasterio de Sant Benet de Bages (Barcelona), consideró "un honor, un reto y una gran responsabilidad" su renovada candidatura.

En un acto que sirvió para dar el pistoletazo de salida a la precampaña de CiU, Mas admitió que "nunca como ahora" ha sentido "con tanta profundidad" el "peso de esta responsabilidad colectiva".

Mas ve al alcance de su mano el "cambio" político en Cataluña y considera que, si no se hace realidad, no podrá responsabilizar del fracaso a nadie más que a él y a su gente: "Si no lo conseguimos, esta vez será por culpa nuestra. La responsabilidad sólo será nuestra".
"El cambio está en marcha. De nosotros depende hacerlo posible", agregó.

Mas es consciente del "desencanto" e incluso del "enfado" de muchos catalanes con la clase política: "Nadie, tampoco nosotros, estamos al margen de este divorcio entre país y política. El único camino para recortar la distancia es dar la cara a pie de calle".

Con esta premisa, Mas llamó a los suyos a empezar desde ya a recorrer toda Cataluña, "casa por casa" si hace falta, para contagiar la "ilusión por el cambio".

Después de que los socialistas presentasen ayer un vídeo de precampaña en el que daban a entender que pese a ir segundos en las encuestas confían en llegar primeros el día de las elecciones, Mas ironizó sobre las últimas victorias del tripartito.