Este vehículo cuenta con una estética de lo más agresiva, que no le deja pasar desapercibido. | Miquel Àngel Llabrés

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Esta semana le toca el turno a un auténtico deportivo eléctrico, el BMW i4 M50, un «M» en mayúsculas que solo le falta rugir como uno de gasolina, pero que tiene unas cualidades dinámicas y de sensaciones que poco o nada tienen que envidiar a sus homólogos de gasolina. Hemos tenido sensaciones muy parecidas a las que nos proporcionó en su día el Tesla Model 3 Performance.

Es una preciosa berlina de cinco puertas y estilo coupé, que mide 4,79 m de largo, 1,85 m de ancho y 1,45 m de alto y con una distancia entre ejes de 2,86 metros. Utiliza la plataforma CLAR, que es la misma del resto de los Serie 4, aunque modificada para adaptarla al motor eléctrico.

Estéticamente, se trata de un vehículo con una imagen muy deportiva, que no se distingue prácticamente nada de los de combustión, aunque es un poco más alto por donde va colocada la batería, que es en la parte inferior del chasis.

La parte delantera se caracteriza por su diseño agresivo, gracias al hecho de contar con unos faros full led de bonito diseño y bastante estrechos, que están rodeados de una parrilla con forma de nido de abeja y de unos grandes parachoques, con faldones «eternos», que le acaban de dar este aspecto dinámico tan importante en un vehículo de sus características.

La parte posterior va perfectamente a conjunto con la delantera gracias a unos faros también estrechos, con un difusor en la parte de abajo del parachoques, que también es bastante voluminoso. Se echan de menos las salidas de escape tan características de estos vehículos, aunque en una versión eléctrica serían totalmente de pega.

Los otros elementos que llaman la atención de este vehículo son las llantas, que en este caso son de 20», a través de las cuales se ven las pinzas rojas de los frenos, un detalle que siempre resalta el carácter deportivo de un modelo de sus características.

La gama i4 parte del i4 eDrive35 con 286 CV y 482 km de autonomía. Sigue con el i4 eDrive40 con 340 CV y 589 km de autonomía y acaba en el modelo que hemos probado nosotros, el más potente de la gama.

El M50, que así se denomina, dispone de una potencia máxima de 544 CV, con dos motores, uno en la parte anterior y otro en la posterior y batería de 83,9 kWh y 519 km de autonomía teórica.

Los Kilómetros que puedes hacer con este vehículo dependen de como pises el acelerador. Si se lleva una conducción tranquila, sí que la cifra se acerca a estos 500 Km, pero si llevas a cabo una conducción deportiva, la autonomía baja tranquilamente a los 340 Km, que tampoco están mal teniendo en cuenta las prestaciones que tiene.

Las prestaciones son realmente impresionantes ya que tarda 3,9 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h y su velocidad máxima es de 225 Km/h. la aceleración la firmaría cualquier M de gasolina y la velocidad máxima, un dato menor, subiría probablemente a los 250 Km/h en su homólogo con propulsor de explosión.

Se trata de un motor con mucha chispa, que acelera de forma endiablada y si no fuera por la ausencia de ruido, pensaríamos que se trata de un motor de gasolina. La verdad es que la aceleración es más directa e instantánea que en uno de combustible, pero sigue siendo un vehículo para divertirse de lo lindo en carretera. Al adelantar también se comporta realmente bien, con unas cifras que llaman la tención por su inmediatez de entrega.

En cuanto al comportamiento en carretera, hay que decir que se mantiene en curvas de forma impresionante, sin balanceos y se pueden trazar a gran velocidad sin subvire o sobrevire en ningún momento. Es un vehículo claramente pensado para disfrutarlo en carretera. Se nota que tiene los pesos muy equilibrados, como en la mayoría de los modelos de la marca alemana. Así, se mueves entre estas dos cifras: 48,2% delante y 51,8% detrás.

Al entrar destacan dos cosas: la gran calidad de los acabados, como no podía ser de otra manera, los detalles deportivos y una tecnología aplicada de primer nivel.

El BMW cuenta con el Curved Display, que une la pantalla que vendría ser el cuadro de instrumentos de delante de los ojos del conductor con la pantalla central. Están perfectamente unidas creando una sola superficie acristalada sin separación.

La pantalla del cuadro de instrumentos tiene una medida de 12,3», mientras que la pantalla de la consola central es de 14,9». El uso de las pantallas es menos intuitivo que en otros modelos, pero es posible saber toda la información que se desee, además de permitir diferentes configuraciones, dependiendo del tipo de conducción o del momento. Evidentemente, cuenta con Apple Car Play y Android Auto.

El espacio para las piernas y la cabeza es más que suficiente para que cinco adultos altos puedan viajar sin problemas y con suficiente espacio para las piernas.

En cuanto a capacidad de carga, este modelo ofrece un maletero con 470 litros, ampliables a los 1.290 litros si se abate la segunda fila de asientos.

Podéis encontrar este impresionante i4 M50 en Proa Premium, concesionario BMW situado en Gran Via Asima, 19, en el polígon de Son Castelló.