Veinte años después de su entrada en el segmento de los compactos, BMW acaba de lanzar recientemente la cuarta generación del Serie 1. Un modelo que ofrece un diseño más dinámico, un equipamiento mucho más completo y tecnológico y además una oferta de motorizaciones revisada que incluye tres variantes gasolina y dos diésel, dos de ellas también provistas de hibridación ligera de 48 voltios.
Como suele ser habitual en el sector, la nueva generación crece ligeramente en longitud, 42 mm, hasta alcanzar los 4,361 mts, y en altura, 25 mm, quedando en 1,459 mts. La anchura se mantiene en 1,8 mts.
El fabricante germano ha querido dotar a la nueva Serie 1 de una imagen más dinámica y deportiva icon la introducción de un frontal bastante plano y más bajo que su predecesor. La parrilla del radiador, ancha y orientada hacia delante, incorpora una novedosa estructura de barras verticales y diagonales. Los faros LED también ofrecen llamativos elementos verticales para la luz diurna e intermitentes.
Lateralmente se mantiene la forma de cuña y gráficos planos de las ventanillas que se estrechan hacia atrás mientras que el alerón de techo largo y los deflectores de aire laterales incrementan su dinamismo. En la zaga destacan los reflectores verticales, un inserto negro estilo difusor y los faros posteriores divididos en dos partes que se extienden hasta las secciones laterales.
Ambiente premium
Pese a constituir el modelo de entrada en la gama, BMW ha querido dotar al nuevo Serie 1 con un marcado ambiente premium con toques deportivos. Nuevos asientos, superficies y molduras de calidad, un cuadro de instrumentos de 10,25» y una pantalla central de 10,7», el sistema Driving Assistant con aviso de colisión frontal, aviso de salida de carril, aviso de salida de vía y reconocimiento de señales de tráfico o el asistente de aparcamiento son algunos de los detalles y elementos que caracterizan a la nueva generación. Sin olvidar tampoco el climatizador automático, sistema de alarma, retrovisores exteriores plegables eléctricamente o el BMW Live Cockpit Plus que incluye el sistema de navegación basado en la nube BMW Maps.
Para los que quieran más, la firma germana ofrecerá los paquetes M Sport y M Sport Design que permitirán a sus clientes incrementar el aspecto deportivo del vehículo con grandes tomas de aire, marcados faldones laterales y un elemento difusor tridimensional en el faldón posterior.
Cinco motores
La nueva gama llega al mercado con cinco motorizaciones para elegir, tres gasolina y dos diésel. Como versión de entrada encontramos el BMW 116 que equipa un propulsor 3 cilindros de 1.5 litros que desarrolla 122 cv
El siguiente escalón lo ocupa el BMW 120 que monta el mismo motor que el anterior, pero potenciado hasta los 170 cv lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos. Gracias a la incorporación del sistema mild hybrid de 48v ofrece unos consumos muy ajustados entre 5,3 y 6 litros/100 km. Para los que quieren brillantes prestaciones, el BMW 135 xDrive es la solución. Equipado con un propulsor 4 cilindros de 2 litros su potencia se eleva hasta los 300 cv. Por ello no debe extrañarnos que necesite tan solo 4,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y alcance los 250 km/h de velocidad máxima.
Pese al declive que están experimentando los diésel, BMW sigue confiando en esta tecnología como lo demuestra que mantiene en la Serie 1 dos variantes. La primera, el 118d, que incorpora un propulsor 2.0 litros que desarrolla 150 cv lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y alcanzar los 222 km/h con unos consumos entre 4,6 y 5,2 l/100 km. Para los que quieren algo más, el fabricante germano comercializa el 120d que rinde 163 cv con un par de 400 Nm. Su velocidad máxima es de 222 km/h y tan solo necesita 7,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. También adopta la tecnología mild hybrid de 48 voltios, obteniendo unos consumos muy ajustados entre 4,3 y 4,8 l/100 km. Destacar que todas las versiones de la Serie 1 incorporan caja de cambios automática Steptronic de 7 velocidades con doble embrague.
