Y es que los cambios y mejoras introducidas en su propulsor de 3 cilindros turboalimentado ha conllevado un aumento de su potencia de 19 cv, desde los 261 a los 280 cv y el par motor de 360 a 390 Nm. Para incrementar la fiabilidad mecánica, Toyota ha reforzado las válvulas de escape, incrementando la presión de la inyección del combustible D-4ST y montando unos nuevos pistones y un nuevo sensor de la presión de la admisión.
También ha incorporado una nueva transmisión automática Gazoo Racing Direct de 8 velocidades como alternativa a la manual de 6 velocidades. Incluye una nueva función de selección del modo de conducción para adaptar el vehículo según se requiera una conducción cotidiana o deportiva. Se mantiene por supuesto la tracción total permanente GR-Four que ha sido optimizada.
El interior también ha cambiado para incrementar su sensación de deportividad con una nueva configuración inspirada en los coches de rallye. También se incorpora una nueva pantalla digital de 12,3» con dos opciones, normal y deportivo.