Stefan y Andrea se compraron esta Volkswagen T-3 de 1978 para recorrer el mundo a su aire

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Stefan Bragado y Andrea Abad son una pareja a la que les gusta la aventura. Entre sus planes estaba recorrer el mundo en una furgoneta. Primero miraron la opción de alquilar para iniciar un recorrido por Estados Unidos, pero era demasiado caro. Luego miraron en Suiza, donde los precios también eran muy altos, por lo que decidieron que sería más factible comprar una de segunda mano y así poder hacer realidad su sueño.

Comenzaron la búsqueda y al final dieron con una furgoneta Volkswagen T-3 de 1978 que había recalado en un pueblecito de Málaga, procedente de Alemania. Era el año 2011. Nos cuenta Stefan que la furgoneta no estaba muy mal a simple vista. Aunque como profano en la materia no percibió que el motor no hacía el ruido que debía y se asemejaba más a un tanque.

Tras consultar a un mecánico, dos años después se le realizó la restauración necesaria para que funcionara a la perfección. También se le dio una mano de pintura el año pasado. Por lo demás, como decía nuestros protagonistas, todo estaba en aceptables condiciones.

INVERSIÓN
Una vez arreglados todos los problemas, Giulietta, que así se llama la furgoneta, estaba lista para iniciar junto a sus dueños la aventura y la conquista de las carreteras del mundo. Aventuras que se pueden consultar en la cuenta de Instagram @giulietta_viaja. Nuestro interlocutor confiesa que no es un coleccionista de clásicos. Simplemente decidió junto a su pareja que era una buena inversión y en ello se embarcaron. La utilizan a diario, ya que es el único coche que tienen y luego en verano para realizar sus escapadas fuera de la Isla.

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RECORRER LA ISLA
Los fines de semana que hace buen tiempo recorren la Isla, ya que la furgoneta es una pequeña casa en miniatura con todos los electrodomésticos necesarios para pasar un día agradable, incluso cocinando, ya que tiene instalada una cocina. Pero la verdadera aventura llega en temporada de vacaciones, cuando recorren la Península y ya han comenzado a desplazarse Europa. Este año, sin ir más lejos, ya visitaron Eslovenia y esperan seguir en los próximos años por todo continente.

Confían en que el vehículo tenga cuerda para rato para poder seguir con sus aventuras. Problemas para piezas de recambio no hay por el momento, por lo que el vehículo tiene cuerda para rato, si todo va como debe de ir.

El objetivo más inmediato de Stefan y Andrea es colocar una placa solar en el techo para poder incorporar un frigorífico con compresor, mucho más eficaz que el que lleva en estos momentos.

Esta pareja de aficionados al motor tiene pensado seguir recorriendo el mundo hasta que el cuerpo aguante. Y, claro está, si la mecánica del vehículo lo permite.