Juan Calvo recibió como regalo de jubilación de sus hijos este Biscuter de 1960 que tuvo que restaurar, pues era un ‘montón de chatarra’ cuando se lo entregaron
Juan Calvo recibió como regalo de jubilación por parte de sus hijos un Biscuter de segunda mano que era prácticamente «un montón de chatarra», según recuerda, pero sus hijos consideraron que dados sus conocimientos podría devolverlo a la vida. Y así fue. Juan, con mucho trabajo y sin prisas, fue restaurando poco a poco ese Biscuter de 1960 que llegó desde Valencia, donde sus hijos lo compraron en bastante mal estado. Juan tuvo su primer contacto con estos vehículos en el año 1956, cuando empezó a trabajar en Comercial Pou, que tras varios años se llamó Comercial Mallorca, ubicada en la calle Reina Esclaramunda, y que fue la encargada de comercializar en la Isla este tipo de vehículos además de proporcionar el servicio técnico necesario para el funcionamiento del pequeño utilitario. Así pasaron los años y Juan pensó que sería una buena idea tener uno cuando se jubilara para poder disfrutar de paseos con este curioso vehículo acompañado de su mujer, Lydia, que está también encantada con el coche.
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