Los cambios se han traducido en algunos detalles de acabado, tales como llantas de aleación, nuevos colores y un nuevo diseño para el paragolpes, la parrilla delantera y el portón trasero. En el interior, el vehículo cuenta con una mayor flexibilidad, con un total de 16 configuraciones para los asientos y hasta 2.500 litros de capacidad máxima.
Este nuevo modelo llega al mercado español después de haberse renovado recientemente la otra furgoneta del mercado, la Fiat Fiorino, que es un poco más grande.
MOTOR
La versión que hemos probado nosotros contaba con el propulsor 1.3 MultiJet de 80 CV, que dispone de unas prestaciones más que aceptables para un vehículo de estas características.
Así, en la aceleración se queda un poco más corta, aunque quien se compra un vehículo de estas características no busca prestaciones, sino más bien una buena habitabilidad y polivalencia, además de unos consumos reducidos, y todo eso sí que se encuentra en la nueva Qubo.
Para acelerar de 0 a 100 Km/h tarda 13,9 segundos que, como hemos dicho, es una cifra más bien discreta pero suficiente para circular de forma alegre. Y la velocidad máxima también es una cifra más o menos ajustada pero de igual manera más que suficiente. En la recuperación y en la aceleración durante la marcha, el 1.3 es un vehículo más bien perezoso, pero si se aprieta el acelerador a fondo, el Fiat Qubo se comporta de forma más alegre, pudiendo tener algunas dotes de dinamismo.
En cuanto al consumo, un apartado muy importante como hemos dicho, este propulsor diésel de 1.248 cc se comporta de forma impecable, con una cifra de 3,9 litros a los 100 Km, que nosotros hemos subido hasta los 4,7 litros sin ir con cuidado, que también es una cifra más que buena.
INTERIOR
El interior es donde la furgoneta nos ha sorprendido más en positivo, ya que se trata de un vehículo con una gran capacidad y polivalencia. Las 16 configuraciones diferentes del interior permiten que se pueda encontrar la combinación perfecta para cada uso que le queramos dar.
Una de esas combinaciones permite que se puedan quitar completamente los asientos de las plazas posteriores, cosa que no permite hacer, por ejemplo, la Fiat Fiorino, que es un poco más grande que la Qubo.
Los acabados interiores se han visto mejorados, aunque aún es mejorable el hecho de que haya demasiados plásticos en según qué sitios, lo que a la larga se traduce en ruidos molestos.
El equipamiento, sin ser excepcional, sí que se ha visto mejorado con elementos como una pantalla central mediante la cual se pueden configurar diferentes aspectos, y con un marcador donde se encuentra un práctico ordenador de abordo.
Se echa de menos quizá un aire acondicionado con climatizador, aunque el aire acondicionado manual es más que suficiente para no pasar calor en verano ni frío en invierno.
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