Allá por el año 2001 se puso a la venta la primera versión del Sorento, un vehículo perteneciente al segmento D,que estaba enfocado más para la ciudad pero que en la versión actual, puede atravesar terrenos más escabrosos sin ningún problema, sin llegar a tener un comportamiento de todoterreno auténtico.
Esta tercera generación salió al mercado en 2013, pero en enero de 2014 se le hicieron algunas mejoras importantes, como las luces LED delanteras y traseras, rebajarlo en altura e incrementar el equipamiento.
En cuanto a la estética, no hay duda de que se trata de un vehículo moderno y atractivo, que cuenta con una parte delantera presidida por unos faros de dimensiones considerables, en los que se encuentran luces diurnas tipo LED que lo hacen más atractivo a la vista. En la parte inferior del parachoques se encuentran las luces antiniebla de dos «pisos» que le dan aún más contundencia. La parte posterior destaca por tener también unas luces de dimensiones considerables, cuya iluminación es tipo LED, muy al estilo de las que lleva Audi en sus vehículos. Los laterales de los parachoques cuentan también con las luces antiniebla.
PROPULSOR
Si hablamos del motor, la versión que hemos probado es la que lleva el propulsor 2.2 CRDi de 197 CV de potencia. Se trata de un motor de potencia considerable, y que se muestra mucho más «cómodo» cuando sube de vueltas, aunque para aumentarlas es un poco perezoso. Una vez ya «lanzado», hay que reconocer que es un vehículo bastante ágil por carretera. La verdad es que para ser un vehículo con un peso muy cercano a los 2.000 kg. su comportamiento es interesante. La aceleración es bastante buena, pues tarda casi 10 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h. En la recuperación se muestra un poco más lento.
El cambio de marchas es uno de los elementos mejorables, ya que se muestra poco preciso; se puede tardar relativamente bastante para insertar las velocidades, ya que el recorrido del cambio es demasiado largo, que recuerda a un vehículo más antiguo. El comportamiento del Sorento en carretera es bastante dinámico gracias al hecho de que se han elegido unas suspensiones muy adecuadas, que no tienden a subvirar en exceso pero que «miran» por la comodidad de los ocupantes, lo cual es de agradecer. Las curvas las traza prácticamente como si de una berlina se tratara.
INTERIOR
En cuanto al interior, éste cuenta con una habitabilidad excelente gracias a unas dimensiones exteriores generosas, que se traducen en unas plazas anteriores y posteriores de lo más cómodas, con la interesantísima opción de poder sacar una tercera fila de asientos de la nada, para poder acoger hasta a siete ocupantes.
Las calidades de los acabados son más que aceptables, ya que los materiales se dividen entre cuero y plásticos de buena calidad a partes iguales. Los materiales de mala calidad brillan por su ausencia, lo que evita a priori los deterioros prematuros, y por tanto, los ruidos molestos.
La consola central está presidida por una pantalla de color táctil, en la que se puede manejar el navegador, manos libres, la climatización del vehículo, etc. El marcador de la versión que hemos probado, la Drive, es muy clásico, aunque la versión superior, la Emotion, cuenta con una visión del panel de instrumentos tipo Supervision, es decir tipo pantalla TFT de 7”.
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