El obispo Sebatià Taltavull le entregó en 2017 al papa Francisco una biografía y un cuadro de San Alonso Rodríguez (1532-1617). San Alonso Rodríguez fue portero del colegio de Montesión de Palma, que en 1983 visitó Jorge Maria Bergoglio, hoy papa Francisco. | Archivo UH

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Mallorca, con su impresionante catedral gótica, su historia ligada a la religión y siendo uno de los destinos turísticos favoritos en Europa, nunca ha recibido la visita de un Papa. Ni Francisco, ni Juan Pablo II, ni ninguno de sus predecesores han pisado suelo mallorquín tras ser nombrados Pontífices, pese a que España ha sido un destino recurrente para ellos a lo largo de la historia. Sin embargo, años antes de llegar al Vaticano, concretamente en 1982, Francisco hizo una visita a la Isla, a la congregación de Montesión, atraído por la figura del santo jesuita Alonso Rodríguez. No trascendieron las imágenes de aquel encuentro.

Aquel viaje quedó en su recuerdo, y tanto fue así que durante la visita de varias delegaciones de Mallorca les manifestó su intención de volver en un futuro, algo que de momento no ha podido ser. El Pontífice sigue en estado crítico en el hospital Gemelli de Roma aquejado de una neumonía bilateral. Lleva ingresado desde el pasado 14 de febrero.

La relación entre Mallorca y el Vaticano ha sido estrecha en términos religiosos y culturales, pero nunca ha incluido una visita papal. Ni siquiera en los viajes de Juan Pablo II, que recorrió España en varias ocasiones entre 1982 y 2003, se incluyó a la isla en su itinerario. Lo mismo ha ocurrido con Benedicto XVI y Francisco, a pesar de la fuerte tradición católica de Mallorca y la presencia de figuras destacadas como el beato Ramón Llull o el misionero Fray Júniper Serra.

Los papas y sus visitas a España

Juan Pablo II ha sido el Pontífice que más veces visitó España. Lo hizo hasta en cinco ocasiones, dejando un legado de discursos y una conexión especial con los fieles que asistían a su encuentro, convirtiéndolo en una de las figuras papales más recordadas en la historia reciente del país.

En 1982, y apenas siete años después de la muerte de Franco, España recibía por primera vez a un Papa. El pontífice recorrió once ciudades, entre las que se encontraban Madrid, Barcelona o Santiago de Compostela. En 1993, el que ya era su cuarto viaje por tierras españolas, visitó el santuario del Rocío en Huelva y consagró la Catedral de la Almudena de Madrid.

Juan Pablo II no ha sido el único Pontífice en visitar España, ya que años más tarde, Benedicto XVI repetiría. En concreto, lo haría en 2006, 2010 y 2011, haciendo parada en Valencia, Santiago, Madrid y Barcelona.