«Hemos ganado estas elecciones al Bundestag (Cámara Baja). El mundo no espera y tampoco nos espera a nosotros, ni a largas y difíciles negociaciones de coalición», señaló el que será el próximo canciller de Alemania, Friedrich Merz.
¿Una coalición antes de abril?
«Ha llegado el momento de hablar intensamente entre nosotros, después de las elecciones regionales de Hamburgo (el 2 de marzo), a más tardar. Espero que hayamos terminado de formar Gobierno como muy tarde en Semana Santa», en abril, dijo a la cadena Phoenix. La CDU no tendrá mayoría en la Cámara Baja, para lo que hacen falta 316 de los 630 escaños, por lo que tendrá que negociar una coalición, probablemente a tres bandas, aunque le hubiera gustado hacerlo solo con una fuerza para dar mayor estabilidad al Gobierno.
Si el partido populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) no entrase en el Parlamento -un pronóstico le ve dentro y otro fuera- las cifras darían para una 'gran coalición' de socialdemócratas y conservadores. Eso en un momento en el que la nueva administración estadounidense de Donald Trump sacude los cimientos de la relación transatlántica, la guerra rusa en Ucrania está a punto de entrar en su cuarto año con unas posibles negociaciones de paz en las que la Unión Europea (UE) hoy por hoy no tendrá una silla en la mesa.
Merz dijo de hecho que en EEUU hay un Gobierno «al que no le importa lo que pasa en Europa» y que no se hace «ilusiones» con respecto a la Administración de Donald Trump a la luz de las injerencias en la campaña alemana del magnate tecnológico Elon Musk. En el interior, el conservador se enfrenta al reto de sacar a la primera economía europea de la recesión. Además ha condicionado un acuerdo de coalición a un pacto en migración, ya que quiere fomentar las deportaciones y cerrar prácticamente las fronteras a la inmigración irregular. El líder de la CSU, Markus Söder, advirtió de que, «si no se logra ese cambio de política, eso puede dar todavía más fuerza a los radicales» de la ultraderecha.
Una ultraderecha como primera fuerza de oposición
Merz, al verse obligado a formar una coalición, tendrá en la bancada de la oposición en el Parlamento como primera fuerza de la oposición a AfD, cuya candidata a canciller, Alice Weidel, dijo que su mano «siempre está tendida para entrar al Gobierno y hacer realidad la voluntad del pueblo». AfD entró por primera vez en el Parlamento germano en 2017 con un 12,6 % y se convirtió en el primer partido de la oposición al formarse una gran coalición entre socialdemócratas y conservadores, cuyo líder reiteró hoy su rechazo tajante a cooperar con la ultraderecha en una mesa redonda televisada de todos los candidatos.
Pero ahora tendrá mucha más fuerza en la Cámara Baja tras lograr un 20,4 % de los votos, el doble que en 2021. Descartada una coalición con AfD, Merz podrá pactar una coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD), que registró supuestamente el peor resultado desde 1890, con entre un 16,3 % y 16,4 %, un dato «amargo», admitió el canciller en funciones, Olaf Scholz, cuya carrera al más alto nivel político habrá acabado.
Se acabaron carreras políticas
«No estaré como representante de la SPD en un Gobierno liderado por la CDU, ni tampoco en las negociaciones», señaló Scholz, quien aspira a permanecer como diputado en el 'Bundestag', en la mesa redonda conocida como «ronda de Elefantes» en Alemania. El copresidente del SPD, Lars Klingbeil, abogó por un «cambio generacional» en el partido.
No obstante, los socialdemócratas, que serían la tercera fuerza en la Cámara Baja, serán necesarios para Merz en una futura coalición, al igual que posiblemente Los Verdes, que quedaron en cuarto lugar con entre un 12,2 % y 12,3 %. El candidato de Los Verdes, Robert Habeck, ministro de Economía en funciones, se declaró dispuesto a formar parte del futuro Gobierno. «Los Verdes queremos seguir asumiendo responsabilidad», recalcó.
La gran sorpresa de estas elecciones es La Izquierda, que entraría en el Hemiciclo con entre un 8,5 y 8,9 %, si bien está descartada como socio de coalición. Un posible socio podrían haber sido los liberales de la FDP, que ambos pronósticos de ZDF y ARD ven fuera del Parlamento, en cuyo caso el exministro de Finanzas, Christian Lindner, se retiraría de la política.
2 comentarios
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cualquier cosa que no sea el CAOS es ultraderecha
Antes de hacer comentarios sobre la política alemana aquí, cada comentarista debería primero informarse sobre la política de asilo alemana. porque ésta es la base de la afluencia a los partidos de derecha. Todo solicitante de asilo reconocido y su familia tienen derecho a un apartamento. Tiene derecho a la vivienda. Este apartamento está pagado por la oficina de bienestar social. Se paga el alquiler, se pagan los gastos de electricidad, los de calefacción y todos los gastos adicionales. Si esto no fuera suficiente, una familia de cuatro miembros recibe hasta 3.000 euros al mes para gastar. Cada solicitante de asilo que tenga que abandonar el país recibirá al menos 1.000 euros para regresar a su país. Además, cada vez hay más inmigrantes que entran sin control en el país y, en los últimos meses, se han cometido graves asesinatos contra la población alemana por parte de solicitantes de asilo. Y esta desigualdad e injusticia hacia la población alemana está provocando la afluencia de partidos de derecha.