Donald Trump, a su llegada a West Palm Beach, Florida. | Kevin Lamarque

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este domingo que cree que podría reunirse "muy pronto" con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para discutir el fin de la guerra en Ucrania. En declaraciones a la prensa en West Palm Beach (Florida), Trump afirmó que su Gobierno está trabajando "muy duro" para lograr la "paz" entre Rusia y Ucrania, y aseguró que tanto Putin como el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, serán parte de las negociaciones para poner fin al conflicto. Sus declaraciones se producen en un momento en que delegaciones de Rusia y EE.UU. se preparan para mantener conversaciones en Arabia Saudí sobre el fin de la guerra.

Trump tiene previsto recurrir por primera vez al Tribunal Supremo para defender su ofensiva contra la Administración pública, buscando recortes de gastos y la lealtad de sus funcionarios. En concreto, según medios locales, el Gobierno de Trump ha preparado ya los documentos necesarios para solicitar al Supremo que le autorice a destituir a Hampton Dellinger, jefe de la Oficina de Asesoría Especial (OSC, en inglés), el organismo federal encargado de proteger a quienes denuncian irregularidades dentro de la Administración.

La petición ante el Supremo, a la que accedieron medios locales como The Hill, aún no ha sido presentada formalmente ante el tribunal, y no se espera que se haga hasta el martes, ya que el lunes es festivo en EE.UU. Dellinger asumió en marzo de 2024, bajo el Gobierno de Joe Biden, el liderazgo de la OSC, una agencia que tiene entre sus prioridades defender a los empleados públicos de cualquier represalia por denunciar irregularidades dentro de la Administración.

Trump ordenó su destitución el 7 de febrero, pero un juez bloqueó temporalmente la decisión. El sábado, la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, una instancia inferior al Tribunal Supremo, rechazó el recurso de la Casa Blanca contra esa orden judicial. Trump parte con ventaja en el Tribunal Supremo, donde seis de los nueve jueces -incluidos tres designados por él en su primer mandato (2017-2021)- son conservadores.

Además, el año pasado, el tribunal falló a favor de otorgar a Trump y a todos los futuros presidentes una amplia inmunidad por acciones realizadas en el ejercicio de sus funciones, lo que en la práctica supuso una expansión sin precedentes del poder presidencial.