Friedrich Merz. | Wolfgang Rattay

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A casi una semana de las elecciones generales en Alemania, el bloque conservador del favorito Friedrich Merz ha comenzado a allanar el camino de cara a una posible gran coalición con los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, bajo la condición de buscar una fórmula para restringir la migración irregular sin los votos de la ultraderecha, segunda en las encuestas.

Tras una disputa aparentemente insalvable por la apertura de los conservadores a recibir el apoyo de la radical Alternativa para Alemania (AfD) para impulsar sus planes migratorios, en los últimos días los rivales han adoptado un tono más conciliador.

Según fuentes de la Unión Democristiana (CDU) de Merz citadas por el diario 'Handelsblatt', los conservadores están preparando a nivel organizativo y de contenido conversaciones preliminares tanto con el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, como con Los Verdes, con el objetivo de poder lanzarlas lo antes posible, incluso en la semana posterior a los comicios del próximo día 23.

«Creo que un compromiso entre Unión y SPD en política migratoria es necesario y posible», dijo este sábado la actual ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, en una entrevista con 'Neue Osnabrücker Zeitung', aunque destacó que los planes de Merz de cerrar las fronteras a los solicitantes de asilo no son factibles «ni legal ni prácticamente».

La ministra propuso por el contrario un acuerdo basado en los proyectos de ley ya existentes para implementar el Pacto Europeo de Migración y Asilo, y señaló que su partido está abierto a «cambios y añadidos razonables».

El propio Scholz destacó este sábado que para él la migración irregular es una «prioridad» y que tras el atentado presumiblemente islamista que este jueves dejó al menos 36 heridos en la ciudad de Múnich está dispuesto a nuevas reformas legales, según dijo en una entrevista con los medios del grupo Funke.

Los Verdes también se han declarado abiertos a una coalición, pero sus posturas políticas y el rechazo que provocan en la Unión Socialcristiana (CSU), el hermano bávaro de la CDU, los convierten por el momento en la 'opción B'.

Líneas rojas

El SPD, actualmente tercero en las encuestas, ha dejado claro que las «devoluciones en caliente» de solicitantes de asilo en las fronteras que propugna Merz constituyen una línea roja, por contravenir el Derecho europeo, pero ha señalizado que está dispuesto a negociar sobre el resto de medidas para restringir la migración.

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A cambio, los conservadores se muestran dispuestos a ablandar su postura en cuestiones económicas, en particular a lo que se refiere a la reforma del mecanismo constitucional de freno de la deuda, una de las demandas de SPD y Verdes, que quieren asumir más créditos para financiar la recuperación económica.

«Se puede discutir, aunque no al inicio», dijo al respeto Merz en su primer duelo televisado con Scholz, el domingo pasado sobre una reforma del mecanismo, que limita el endeudamiento anual de Alemania al 0,35 % del PIB.

Asumir más deuda, aunque fuese a través de una declaración de emergencia parlamentaria que suspendiese el freno de forma temporal, también podría animar a la SPD a aceptar un mayor incremento del gasto militar, como el que reclaman los conservadores, según dijo a EFE el politólogo Heiko Giebler del Centro de Investigaciones Sociales de Berlín (WZB).

Incógnita sobre la composición del Parlamento

No obstante, el reparto de escaños en la Cámara Baja es difícil de pronosticar, ya que dos fuerzas, los populistas de izquierdas de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) y el Partido Liberal (FDP) aún temen no alcanzar el umbral del 5 % necesario para obtener representación.

Si acaban por entrar, esto podría alterar la división de fuerzas y obligar a los conservadores, que excluyen tajantemente un pacto con la AfD, a buscar dos socios en lugar de uno.

«Con la FDP en el Parlamento, negro-verde (CDU-Verdes) quedaría numéricamente descartado y la variante más probable sería una 'coalición de Alemania' de Unión, SPD y FDP», dijo este sábado el líder liberal Christian Lindner en una entrevista con el diario suizo 'NZZ', pidiendo el voto para su partido.

Según el sondeo 'Politbarometer' publicado este viernes por la cadena pública ZDF, los conservadores se mantienen en el 30 % en intención de voto, seguidos por la ultraderecha, que duplicaría sus resultados de 2021 con un 20 %, por el SPD que cae casi 10 puntos hasta el 16 %, y por los Verdes, casi estables en el 14 %.

La Izquierda entraría al Bundestag con un 7 % y FDP y BSW se quedarían fuera con un 4 %.