FILE PHOTO: The logo of DeepSeek is displayed alongside its AI assistant app on a mobile phone, in this illustration picture taken January 28, 2025. REUTERS/Florence Lo/Illustration/File Photo | Florence Lo

TW
1

El Gobierno neerlandés ha prohibido a los funcionarios usar la aplicación china de inteligencia artificial DeepSeek para su trabajo al ser «sensible al espionaje», y después de que la Autoridad de Protección de Datos de Países Bajos (AP) instara a los ciudadanos a ser «prudentes» a la hora de ingresar información personal y sensible en la plataforma.

Se trata de una orden enviada por el secretario de Estado de Digitalización, Zsolt Szabó, a todos los funcionarios neerlandeses, y en la que se subraya que DeepSeek es «una aplicación sensible al espionaje» de sus usuarios, según recoge la televisión pública NOS. Se teme que la información compartida por los usuarios de esta aplicación sea almacenada y acabe en manos del Gobierno chino, razón por la cual la AP advirtió el pasado viernes sobre los riesgos del uso de esta plataforma.

«Sería prudente que la gente se pregunte si realmente quiere ingresar datos personales y otra información sensible en esta aplicación», señaló. Además, pidió «precaución» a la hora de ingresar cualquier tipo de información privada también de terceras personas. «Si subes datos de otras personas, estos terminan en el mismo lugar en China. Tal vez sin que la otra persona lo sepa, y mucho menos sin su consentimiento».

«Un movimiento ilegal como este te hace responsable», agregó la AP. Desde que DeepSeek lanzó su modelo R1 el pasado 20 de enero, la 'app' china, caracterizada por su código abierto y bajos costes de desarrollo, ha liderado las listas de descargas de aplicaciones gratuitas. A la aplicación se le critica también por su carga censora, negándose a comentar sobre cuestiones controvertidas en China como la Masacre de Tiananmen de 1989 o incluso quién es su presidente, Xi Jinping. Este mismo fenómeno sucedía con otras IA conversacionales chinas, según se comprobó en 2023, mismo año en el que Pekín reguló estos servicios para que respeten «los valores socialistas fundamentales».