La deuda pública gala preocupaba a los expertos hace ya algún tiempo, y los recientes acontecimientos no han contribuido a serenar las aguas. Así la prima de riesgo exigida por los inversores para sufragar la deuda nacional francesa se instala en los niveles más altos en más de 12 años. El propio gobierno galo, consciente del delicado momento al que asiste con un margen de maniobra relativo —los ultras de Marine Le Pen tienen la sartén por el mango en la Asamblea— tras su proyecto de presupuestos que no ha contentando a muchos, trata de emitir señales que apunten a la calma.
Este mismo martes el ministro de Finanzas, Antoine Armand, ha admitido que Francia, la segunda economía más robusta del continente, se encuentra en una coyuntura crítica debido a la incertidumbre sobre el presupuesto y el futuro del gobierno, mientras los mercados bursátiles y de bonos soberanos se resienten. Armand ha subrayado que bajo la presión del creciente déficit público, «el país se encuentra en un punto de inflexión». Agregó en una entrevista televisiva que los políticos tienen la responsabilidad de «no sumir al país en la incertidumbre». Horas antes la líder del Reagrupamiento Nacional (RN) había exclamado que «los franceses están hartos». En consecuencia, Le Pen afirmó que sus votos apoyarán sendas mociones de censura planteadas por todo el espectro parlamentario para derrocar al primer ministro propuesto por el presidente Emmanuel Macron hace escasos tres meses.
Ya hay quien interpreta la posible y casi cierta caída del gobierno Barnier como un agujero en el corazón de Europa, con Alemania también inmersa en pleno proceso electoral, semanas antes de que Trump regrese a la Casa Blanca, con todas las implicaciones económicas que ello puede conllevar. Salvo sorpresa de última hora, la actual frágil coalición será el primer gobierno francés que se vea obligado a abandonar el poder por una moción de censura desde 1962.
Si la moción de censura prospera, Barnier tendrá que presentar su dimisión, pero Macron podría pedirle que se quedara como interino mientras busca un nuevo primer ministro, lo que podría ocurrir ya entrado el año que viene. En cualquier caso, no puede haber nuevas elecciones parlamentarias anticipadas antes de julio y ya hay voces que especulan con que el propio presidente de la República acabe tan desgastado que no pueda esquivar su propia dimisión. El panorama no es halagüeño tampoco en casa de sus vecinos germanos, donde viene acrecentándose el apoyo a la extrema derecha al tiempo que se reproducen las voces críticas sobre decisiones del pasado que, entre otros, acabaron por externalizar la seguridad en Estados Unidos y la vertiente energética en la Rusia de Vladímir Putin. Y claro está. De aquellos polvos, estos lodos.
3 comentarios
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InterventorPues si, es una agenda que sigue a la 2020 que seguro no conocías y que establece objetivos cosa que desafortunadamente otros países del mundo no hacen y les importa un bledo el Medio Ambiente como por ejemplo a tu amada Federación Rusa o el EEUU de Trump. Prefiero Agenda 2030 y que los países de Europa estén entre los primeros del mundo en Energías Renovables, en igualdad de Genero, en reciclaje etc etc etc...que vivir en paises en los que se la suda el M Ambiente, los Derechos Humanos, la libertad, el reciclaje etc etc ..esos te los dejo pa tí
perrymasonTe olvidaste de la Agenda 2030.
Qué manía con denostarnos y autocriticarnos Europa sigue siendo la envidia del mundo, muchos de los países de Europa están entre los más ricos del planeta, dónde hay muchas de las mejores y más grandes empresas del mundo, dónde vienen más visitantes, dónde los derechos humanos se respetan más que en ningún sitio, dónde la economía está en mayor equilibrio con el Medio Ambiente, donde hay los mayores índices de educación y desarrollo humano etc etc etc....No lo digo yo, lo dicen todas las estadísticas mundiales. NADA de lo que avergonzarnos, por mucho que la envidia de otros quiera hacernos sentir inferiores. Ya vale de autodestruirnos, empecemos a valorar lo que tenemos. No es casualidad que Europa y EEUU sean las zonas del mundo que atraen a más inmigración.