Niños juegan en calles anegadas en una aldea. | Efe - Lisa Marie David

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Al menos ocho personas murieron en el norte de Filipinas tras el paso del supertifón Man-yi, que golpeó el pasado fin de semana el archipiélago asiático convirtiéndose en el sexto ciclón en afectar al país en menos de un mes, afirmaron este lunes medios locales y fuentes oficiales.

Siete personas fallecieron en una avalancha en la ciudad de Ambaguio, afirmó a EFE Erwin Lucena, de la sala de control de la Oficina de Reducción y Gestión del Riesgo de Catástrofes de Nueva Vizcaya. Las fuertes lluvias provocadas por el supertifón desataron una avalancha que destruyó una casa familiar en la ladera de una montaña, explicó. Pepito, como se conoce en Filipinas a la tormenta tropical, tocó tierra dos veces el pasado fin de semana, la última de ellas en la isla de Luzón, provocando cortes de carreteras y de electricidad, arrancando árboles y destruyendo viviendas.

«Pepito nos golpeó mal pero nos recuperaremos», afirmó el gobernador de la provincia, Jose Valeriano Gambito, al señalar que la suspensión de clases y de servicios no esenciales continuarán el próximo martes. A los siete fallecidos en Ambaguio se añade otro en la provincia de Camarines Norte, una región cercana a la isla de Catanduanes donde el supertifón tocó tierra por primera vez en la noche del sábado, lamentó el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr.

Filipinas ha vivido estas semanas en un incesante estado de preparación, evaluación de daños y operaciones de socorro debido a la inusual avalancha de seis tormentas tropicales consecutivas en menos de un mes. Aunque Filipinas experimenta en torno a una veintena de ciclones al año, los expertos subrayan la persistente frecuencia de estas últimas tormentas, que se han producido relativamente fuera de temporada y que han afectado a unos 10 millones de personas. La tormenta tropical Trami golpeó Filipinas a finales del pasado octubre, seguida del supertifón Kong-rey, causando ambos al menos 162 muertos, 137 heridos y 22 desaparecidos.

A estos dos ciclones se unieron en noviembre el tifón Yinxing, Toraji y Usagi, que obligaron a las autoridades a evacuar preventivamente a decenas de miles de personas. Ante la llegada de Man-yi, las autoridades evacuaron en total a más de 650.000 personas en varias provincias incluyendo Ciudad Quezón, la mayor del área metropolitana del Gran Manila. Filipinas sufre unos 20 tifones y tormentas tropicales por año, especialmente en la temporada de lluvias, que suele comenzar en junio y termina en noviembre o diciembre.