Kazt aseguró que «tiene la intención de mantener un diálogo profundo con todas las partes para tratar de avanzar en una solución acordada, que permita una verdadera integración de los ultraortodoxos en el Ejército para aliviar la carga de los soldados reclutados, de carrera y de reserva».
Esta medida ya había sido aprobada por el anterior ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, precisamente un día antes de ser destituido por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el pasado 5 de noviembre. El ahora nuevo titular de Defensa ha decidido seguir adelante con esta medida que se irá implementando de forma progresiva en los próximos meses tras el envío de las 1.000 primeras órdenes previstas para este domingo.
Netanyahu había mostrado reticencias a aplicar esta medida a la cual se oponen los dos partidos ultraortodoxos -Shas y Judaísmo Unido de la Torá (JUT)- de los que depende para mantener la supervivencia de su coalición. De hecho, el periódico israelí The Times of Israel reportó el enfado de ambas formaciones políticas tras conocer la aprobación de la medida.
«El Likud ha decidido declarar la guerra a los ultraortodoxos», dijo un alto funcionario de JUT al periódico israelí. «El Ejército hará todo lo posible para permitir a los ultraortodoxos un entorno de apoyo que garantice su capacidad para cumplir con sus tareas, al tiempo que puedan mantener su estilo de vida religioso», indicó Katz. El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, celebró en su cuenta de X que el también exministro de Asuntos Exteriores haya decidido seguir adelante con las nuevas órdenes de reclutamiento para los haredíes.
El pasado 25 de junio, el Tribunal Supremo israelí dictaminó por unanimidad el fin de la exención militar para ultraortodoxos al constatar que «no existe base legal para excluirlos del reclutamiento» y que si no sirven en el Ejército tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos. La exención militar para los judíos ultraortodoxos que estudian a tiempo completo en yeshivás (escuela talmúdica) no es una ley, sino una disposición ejecutiva que se había estado prolongando periódicamente desde el nacimiento del Estado de Israel.
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... lo de siempre, los religiosos exigen tener dispensa de pagar impuestos, de trabajar, de hacer el servicio militar, de ganarse los favores en suma, sólo por ser quienes son y ser especiales... pues no lo son... ya sabíamos que cuando las violentas manifestaciones pacifistas en contra de la guerra de Gaza, los ultraortodoxos no lo hacían por amor a otros seres humanos, sino por propio interés, para no ser llamados a filas... el estado hebreo, a un paso de ser considerado una teocracia, como Irán, el Vaticano o Arabia Saudí, vemos como les dan subvenciones educativas, de asistencia social... las religiones son siempre una excusa para aprovecharse de la SOCIEDAD... pues que se fastidien... a ver si nuestro país se sacude también algún día las cadenas, que también tenemos lo nuestro a la hora de hacer el ridículo...