El líder ruso y su homólogo chino, en la apertura de la sesión. | Reuters - Maxim Shemetov

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El presidente ruso, Vladímir Putin, abrió este jueves la reunión del grupo BRICS con los países del Sur Global con una petición del fin de la violencia en Oriente Medio y alertó del peligro de una guerra a gran escala. «Las acciones militares que estallaron hace un año en Gaza se han propagado al Líbano (...), el nivel de confrontación entre Israel e Irán también ha aumentado drásticamente».

«Todo esto recuerda a una reacción en cadena y coloca a Oriente Medio al borde de una guerra a gran escala», dijo en su intervención en la ciudad rusa de Kazán. Putin estimó en más de 40.000 los muertos en la Franja de Gaza, «en su mayoría civiles» y abogó por corregir la injusticia histórica que sufre el pueblo palestino, lo que consideró «la garantía de la paz» en Oriente Medio.

«La demanda clave para el restablecimiento de la paz y estabilidad en los territorios palestinos es la fórmula de dos Estados aprobada por las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU», subrayó. Advirtió de que, mientras no se decida la cuestión de la creación de un Estado palestino, «no se podrá romper el círculo vicioso de la violencia: la gente seguirá viviendo en una atmósfera de crisis permanente e inevitables brotes de violencia a gran escala».

En cuanto a Ucrania, el jefe del Kremlin denunció que Ucrania es utilizada para crear «amenazas críticas para la seguridad de Rusia». Putin también llamó a reformar el Consejo de Seguridad de la ONU para integrar a los países de África, Asia y América Latina ante el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que también asiste a la reunión. En la reunión de hoy participan los líderes de los países miembros de BRICS y representantes de los países que aspiran al ingreso y otros Estados vecinos, entre ellos Venezuela y Bolivia.