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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reclamó este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU que se elimine la posibilidad de veto que tienen algunos países ante la toma de decisiones en este organismo de Naciones Unidas.

Sánchez pidió la eliminación de los vetos en su intervención en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que reunió a líderes de todo el mundo para intercambiar puntos de vista sobre un debate convocado con el lema «Liderazgo para la paz: Unidos en el respeto a la Carta de las Naciones Unidas, en busca de un futuro seguro».

El jefe del Ejecutivo recordó que en 1945 medio centenar de países firmaron la Carta de las Naciones Unidas para preservar a las generaciones venideras de la guerra y sus miembros confirieron al Consejo de Seguridad la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales.

Las generaciones posteriores dijo que disfrutaron de un mundo más pacífico que el que vivieron sus padres, pero lamentó que esa autoridad ahora «se resquebraja».

«Los conflictos de hoy ponen a prueba la coherencia de los miembros del Consejo. Las resoluciones de este órgano no se respetan. El uso del veto resulta en un constante bloqueo, y uno de sus miembros permanentes -señaló en alusión a Rusia- viola de manera flagrante la Carta de las Naciones Unidas, invadiendo injustificada e ilegalmente a otro país».

Ante esa situación consideró fundamental reaccionar y por ello propuso una reforma que transforme el sistema, conservando lo que funciona y modificando lo que ha quedado obsoleto.

«El Consejo de Seguridad necesita cambiar para adaptarse a la actualidad y ganar en operatividad. España, como parte del Grupo de Unidos por el Consenso, defiende un Consejo de Seguridad ampliado con miembros no permanentes, y la abolición del veto. Mientras ese veto se mantenga, apoyaremos todas las iniciativas conducentes a la limitación de su uso», señaló Sánchez.

De la misma forma, advirtió de que la aplicación del Derecho Internacional no puede ser selectiva ni estar condicionada por intereses políticos o estratégicos, y por eso, dijo que deben condenarse por igual sus violaciones, ya sea en Ucrania, Gaza o Sudán.

También hizo una llamada a la responsabilidad señalando que la actual crisis de confianza requiere el liderazgo de los miembros presentes y futuros del Consejo en todos los ámbitos, incluyendo el cumplimiento de la Agenda 2030, el Acuerdo de París o la Declaración de los Derechos Humanos.

En ese contexto, destacó la necesidad de cumplir el Pacto de Futuro aprobado esta semana en la ONU y que dijo que supone un compromiso para reforzar el multilateralismo.

«Honremos ese compromiso -subrayó- con un Consejo de Seguridad coherente, reformado y responsable».