Efectivos de emergencias tras un bombardeo en Beirut. | Reuters - Mohamed Azakir

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Israel atacó el martes objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano y el grupo apoyado por Irán atacó instalaciones militares en el norte de Israel, aumentando el temor a un conflicto total un día después del lanzamiento de una oleada de ataques aéreos contra las instalaciones del grupo respaldado por Irán en el día más mortífero de Líbano en décadas.

El ejército israelí afirmó haber atacado decenas de objetivos de Hezbolá durante la noche, un día después de llevar a cabo ataques aéreos contra el grupo armado que, según las autoridades libanesas, mataron a 558 personas, entre ellas 50 niños y 94 mujeres, e hirieron 1.835 más. Decenas de miles se vieron obligadas a huir en busca de seguridad.

«En la última hora, aviones de guerra bombardearon objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, incluidos lanzamisiles, edificios militares y edificios donde se almacenaban armas», publicó en X el portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee. Hezbolá dijo haber atacado varios objetivos militares israelíes durante la noche, entre ellos una fábrica de explosivos situada a 60 kilómetros en el interior de Israel, que atacó con cohetes Fadi hacia las 4 de la madrugada (0100 GMT). También atacó tres veces el aeródromo de Megiddo, cerca de la ciudad de Afula, en el norte de Israel. Tras casi un año de guerra contra Hamás en Gaza, en su frontera meridional, Israel está centrando su atención en la frontera septentrional, donde Hezbolá ha estado lanzando cohetes contra Israel en apoyo de Hamás, también respaldado por Irán. Con la región cada vez más en vilo, el martes se cancelaron más de 30 vuelos internacionales con origen o destino en Beirut, según el sitio web del aeropuerto internacional Rafic Hariri. Entre las compañías afectadas se encuentran Qatar Airways, Turkish Airways y varias aerolíneas de Emiratos Árabes Unidos.

Algunos hospitales libaneses están desbordados por el número de heridos, según dijo un responsable de la Organización Mundial de la Salud en Líbano, y el principal hospital de Haifa ha trasladado las operaciones a un centro subterráneo después de que la ciudad israelí fuera atacada el lunes. «Estamos viendo decenas de miles (de desplazados en Líbano), pero esperamos que esas cifras empiecen a aumentar», dijo el portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados, Matthew Saltmarsh. «La situación es extremadamente alarmante».

Los llamamientos a la diplomacia crecen a medida que empeora el conflicto. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, instó a todos los Estados y organizaciones con influencia a evitar una mayor escalada en Líbano. Preguntada por las informaciones según las cuales Israel había advertido a la población mediante mensajes telefónicos antes de los ataques, una portavoz de Turk expresó su preocupación por la situación. «Los métodos y medios de guerra que se están utilizando suscitan serias dudas sobre su conformidad con el derecho internacional humanitario», dijo la portavoz Ravina Shamdasani en una sesión informativa en Ginebra.

«Que hayas enviado una advertencia diciendo a los civiles que huyan, no significa que esté bien atacar luego esas zonas, sabiendo perfectamente que el impacto sobre los civiles será enorme...». Rusia afirmó que los ataques israelíes contra Líbano podrían desestabilizar por completo la región petrolera de Oriente Próximo.

Los combates han suscitado el temor de que Estados Unidos, estrecho aliado de Israel, e Irán, potencia regional que cuenta con representantes en Oriente Próximo –Hezbolá, los hutíes de Yemen y grupos armados en Irak– se vean arrastrados a una guerra más amplia. Los ataques han aumentado la presión sobre Hezbolá, que la semana pasada sufrió grandes pérdidas cuando miles de localizadores y walkie-talkies utilizados por sus miembros explotaron en la peor brecha de seguridad de su historia. La operación fue ampliamente atribuida a Israel, que tiene un largo historial de sofisticados ataques en suelo extranjero. Israel no ha confirmado ni negado su autoría.

La inteligencia y la capacidad tecnológica de Israel le han dado una gran ventaja tanto en Líbano como en Gaza. Ha localizado y asesinado a altos mandos de Hezbolá y dirigentes de Hamás. El ejército israelí dijo que unos 55 proyectiles habían cruzado a Israel en los últimos ataques, pero la mayoría fueron interceptados. Hezbulá dijo haber bombardeado con una salva de cohetes los almacenes logísticos de la 146 División en la base de Naftali.

Las posibles opciones de Israel podrían incluir la invasión del sur de Líbano y la ampliación de los ataques aéreos para alcanzar una mayor parte de los suburbios del sur de Beirut controlados por Hezbolá o las infraestructuras libanesas, incluidos los puentes y carreteras que ya volaron por los aires en la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá. Hezbolá sería probablemente un enemigo más formidable para Israel en una invasión terrestre que Hamás. Creada en 1982 por la Guardia Revolucionaria iraní para contrarrestar la invasión israelí del Líbano, tiene una vasta experiencia, es muy disciplinada y posee mejor armamento que su aliado palestino.

Pero el Gobierno de Israel se enfrenta a la presión pública para asegurar su frontera septentrional y devolver a salvo a los residentes allí, preparando el escenario para un largo conflicto, mientras que Hezbolá ha prometido seguir luchando hasta que termine la guerra de casi un año en Gaza. Los últimos ataques sembraron el pánico. Las familias del sur del Líbano cargaron automóviles, furgonetas y camiones con pertenencias y personas jóvenes y mayores. Las carreteras hacia el norte estaban atascadas.