Imagen de un barco desembarcando en la costa de Normandía. | Wiki Images

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Este jueves se cumplieron ochenta años del Desembarco de Normandía, la operación militar que marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial. El 6 de junio de 1944, miles de soldados aliados desembarcaron en las playas de Normandía, iniciando una ofensiva decisiva contra las fuerzas del Eje en Europa. Este evento histórico, conocido como el Día D, no solo cambió el curso de la guerra, sino que también dejó una huella imborrable en la historia mundial. En este artículo, desvelamos tres curiosidades sorprendentes sobre esta épica batalla que probablemente no conocías.

El Führer, en la cama durante el asalto

Todo el mundo mínimamente versado en historia conoce de la relevancia del Desembarco de Normandía en el conflicto bélico. De esta manera, uno podría intuir que Hitler, máxima autoridad del bando alemán, debió de estar al pie del cañón liderando sus tropas e intentando revertir la situación que se les escapaba de la manos. Nada más lejos de la realidad: se ha sabido que, durante las primeras partes del conflicto en la madrugada, el Führer estaba durmiendo. Así, hasta las 10 de la mañana cuando ya despertó, los generales perdieron momentos clave de la batalla al no poder declarar una contraofensiva clara contra los aliados. Cuando ya se incorporó a la lucha, Hitler pensó que podrían revertir la situación, pero la historia habla por sí sola.

Flash y Thunder: las contraseñas americanas para diferenciar a los aliados

Cuando llegó el momento en que la batalla estaba en pleno apogeo y la costa se convirtió en un auténtico infierno, los americanos sintieron la necesidad de crear contraseñas para que los soldados de su bando se puedan identificar entre ellos y diferenciar así a los enemigos de los aliados. De esta manera surgieron las dos palabras Flash (relámpago) y Thunder (trueno). Se trata de una contraseña que no fue elegida por particularidades del campo de batalla como el tiempo meteorológico o el sonido de las armas de fuego, sino porque eran palabras que a los alemanes les costaba mucho pronunciar, por lo que se delatarían claramente si intentaban decirlas.

Juan Pujol García: el agente doble español que engañó a Hitler

Lo que pocas personas saben es de una figura clave que determinó en buena parte que el engaño a los alemanes por parte de los aliados surtiera efecto: Juan Pujol García, un agente doble español que trabajaba para el MI5 y que operaba bajo el pseudónimo de Garbo para los británicos y de Arabel para los nazis. Pujol logró engañar a Hitler no una, sino dos veces en relación al lugar donde se realizaría la invasión. Así, gracias a que Pujol indicara un lugar mucho más lejano que donde fue realmente, se lograron salar miles de vidas. De esta manera, este doble agente nos dejó historias tan interesantes como la de una discusión con su mujer que casi desbarata el plan de engaño, como consiguió engañar a los alemanes incluso después de la batalla con una condecoración por parte de los nazis, o como se fue a vivir a Venezuela fingiendo su propia muerte a sus hijos, los cuales no descubrieron el engaño hasta cuarenta años después de la Guerra, cuando asistió al Buckingham Palace como invitado de honor.