Un ciudadano portugués observa los resultados electorales. | Violeta Santos Moura

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La coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD), liderada por Luís Montenegro, se llevó la mayoría de los votos en las elecciones de este domingo en Portugal, con el 29,60 %, con el 95,04 % escrutado, en una situación de casi empate con los socialistas que tienen el 28,43 % de los sufragios. Estos datos se conocen a falta de que se sepa con cuántos escaños de los 230 del Parlamento quedaría cada fuerza.

Como tercer partido está el ultraderechista Chega, de André Ventura, con el 18,60 % de los votos. Le siguen Iniciativa Liberal (4,62 %), el Bloque de Izquierda (4,13 %), y la alianza de comunistas y ecologistas CDU (2,98 %).

Según las primeras estimaciones, AD acumula de momento 42 escaños, mientras que el PS tiene 41, Chega 25 (más del doble de los 12 que logró en 2022) e Iniciativa Liberal y Bloque de Izquierda logran uno cada uno. En Portugal, el número de escaños es determinado por la circunscripción electoral de la que provengan los votos. Por ejemplo, Lisboa otorga 48 escaños y Beja (interior del país) da 3.

Estos resultados preliminares indican un viraje del país hacia la derecha, tras más de ocho años de Gobierno del primer ministro socialista António Costa, que en la última legislatura gobernó con mayoría absoluta. Además, revelan un gran avance de la ultraderecha, que en las legislativas de 2022 se hizo con 12 escaños con el 7,18 % de los sufragios.

Sondeos dados a conocer por los canales televisivos locales indican que AD solo consigue la mayoría absoluta con Chega y que los partidos de izquierda con representación parlamentaria no lograrán los escaños necesarios para formar un Ejecutivo.

Unos 10,8 millones de votantes estaban llamados a las urnas este domingo en Portugal, en unos comicios donde los candidatos favoritos para convertirse en primer ministro son el socialista Pedro Nuno Santos y el conservador Luís Montenegro (AD).

Estas elecciones anticipadas llegan poco más de dos años después de las anteriores debido a que la tercera legislatura de Costa se truncó a la mitad por su dimisión en noviembre pasado, tras el anuncio de la fiscalía de que lo investigaba por presuntas irregularidades, aunque el Ministerio Público apenas ha difundido información y no hay ninguna acusación formal contra él.