El alto representante de la Unión Europea y vicepresidente de la Comisión, Josep Borrell (d), junto al periodista Manuel Campo Vidal (i) antes de intervenir en el Foro Next Educación. | Efe - Mariscal

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El alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, aseguró este lunes que el presidente ruso, Vladímir Putin, «no tiene la menor intención de parar la guerra» en Ucrania, cuando se cumplen dos años del comienzo de la invasión. En un conversatorio celebrado en la escuela de negocios Next Educación en Madrid, Borrell analizó varias cuestiones de actualidad internacional y consideró que Putin «no tiene intención de buscar un apaciguamiento» del conflicto, sino que está «pensando en un escenario político más favorable» a nivel internacional, sobre todo ante una posible victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos.

«Putin no tiene la menor intención de parar la guerra, de un alto el fuego, está esperando el resultado de las elecciones norteamericanas, está esperando un escenario más favorable políticamente, pero antes de las elecciones ya ve que la política interior de Estados Unidos hace que la ayuda militar y civil a Ucrania se ralentice, piensa que el tiempo juega a su favor y no tiene, creo, ninguna intención de buscar un apaciguamiento», dijo.

Ante eso, analizó el europeo, «Ucrania tiene que defenderse y necesita ayuda militar» europea: «se la damos y no me canso de decir que tenemos que hacerlo más y más aprisa, porque Rusia lo hace más y más aprisa; cuando empezó la invasión había 150.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania» y «ahora hay, según los servicios de inteligencia, más de 400.000». «La capacidad de fuego del ejército ruso es ahora mismo superior al de Ucrania, que resiste, pero hay la clara necesidad de redoblar nuestro apoyo», subrayó.

El español también se refirió a la percepción del conflicto por parte de la población europea y estimó que esta guerra se vive de manera muy distinta si se está en un país geográficamente cercano, como los Bálticos, o en uno más alejado, como España o Portugal.

«Los países que están más cerca del conflicto tienen más temor que los que estamos más lejos, no se ven igual las cosas si vives en Faro (sur de Portugal) o en Vilna; si es un señor portugués no es que le suene más lejos, es que le cae más lejos», apuntó. Además, consideró que existe un «sentimiento difuso de temor hacia el futuro» por los diversos conflictos abiertos en el mundo con «una guerra en Ucrania, otra en Gaza» y «una inestabilidad muy fuerte» en los vecinos europeos. «Desde Gibraltar al Cáucaso y pasando por Ucrania hay un círculo de inestabilidad y por debajo está la región subsahariana, muy inestable también», añadió.