Esta colisión provocó que ambos aviones entraran en llamas obligando a la tripulación del vuelo comercial de JAL a evacuar lo antes posible mientras que el fuego llegaba a las ventanas, subía considerablemente la temperatura de la cabina y esta se llenaba de un denso humo blanco que dificultaba la visión. Según detalló la aerolínea, los auxiliares de vuelo siguieron su entrenamiento de seguridad y tardaron entre 10 y 15 minutos en sacar a todos los pasajeros de la nave, incluidos varios niños que estaban llorando.
Algunos pasajeros han descrito en redes sociales estos momentos de angustia y explicado cómo la tripulación les pidió que mantuvieran la calma, se quedaran en el sitio y cubrieran su nariz y boca para no inhalar el humo mientras que abrían las puertas de emergencia. En algunos casos, se desplegaron las máscaras de oxígeno y algunos pasajeros comenzaron a gritar y a pedir que les dejaran salir, mientras que otros pedían que se escuchara a la tripulación y trasladaban las instrucciones de la misma a aquellos que estaban cerca.
Una vez se abrieron las salidas y se desplegó la pasarela de emergencia, los pasajeros pudieron salir y la tripulación pidió a los mismos que se alejaran de la nave y en cuestión de media hora la misma comenzó a arder con fuerza estallando las ventanas y puertas. Estos toboganes de evacuación se inflan automáticamente cuando se abren las salidas de emergencia. La milagrosa evacuación se ha atribuido al entrenamiento de emergencia de la tripulación, pero también a la disciplina de los pasajeros, en un país que es conocido por su respeto a las normas y por su consideración del colectivo antes que el individuo.
JAL ya había experimentado una situación parecida en 1985, cuando uno de sus aviones que hacía la ruta Tokio-Osaka se estrelló contra una montaña y dejó 520 víctimas mortales entre sus 524 ocupantes, un accidente que llevó a la compañía a incrementar su entrenamiento de seguridad y a sensibilizar a sus empleados. Según los estándares internacionales, sin embargo, todas las personas a bordo de un avión deberían poder salir del mismo en cuestión de 90 segundos bajo condiciones normales. La tragedia de este martes acabó con 14 heridos de la parte del avión comercial, mientras que de los seis ocupantes del avión de los guardacostas, solo el capitán, que salió gravemente herido, logró salvar la vida.
2 comentarios
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De milagro, nada: la tripulación estaba bien entrenada (como todas las tripulaciones de las aerolíneas que operan internacionalmente) y los pasajeros fueron en su práctica totalidad disciplinados, saliendo sin su equipaje de mano, algo que de no haber sido así, podría haber dificultado la rápida evacuación del aparato.
Això passa amb un avió d'espanyols i mínim 200 víctimes...