La reunión empezará más tarde de lo previsto porque el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se reúnen con Orbán para tratar que levante su veto a las negociaciones de adhesión y a los 50.000 millones de euros que Bruselas ha prometido a Ucrania. «Tenemos una postura que vamos a plasmar», dijo sin embargo Orbán, cuando se le preguntó si existe la posibilidad de un compromiso, y pidió que el debate sobre el inicio de las negociaciones con Ucrania se celebre cuando Kiev haya cumplido con todas las condiciones.
La Comisión Europea dijo en noviembre que Ucrania ha cumplido ya con el 90 % de las reformas que le ha pedido para iniciar las negociaciones de adhesión, por lo que recomendó a los líderes europeos que acepten el inicio de las negociaciones con Kiev. El primer ministro húngaro se mostró también en contra del paquete de ayuda de 50.000 millones de euros a Ucrania para el periodo 2023-2027 propuesto por la Comisión Europea, que lo enmarca en la revisión del presupuesto comunitario plurianual para esos cuatro años con el fin de hacer la asistencia financiera a Kiev más predecible.
Orbán defendió que si se quiere dar ayuda a Ucrania «a largo plazo y en sumas más grandes», esta asistencia financiera debería situarse «fuera del presupuesto» comunitario y Budapest lo apoyaría, pero argumentó que «a corto plazo» ya hay ayuda presupuestada para Kiev por lo que no es necesario tomar ninguna decisión adicional ahora. En este sentido, el político ultranacionalista subrayó que el año que viene hay elecciones al Parlamento Europeo y sugirió que debería esperarse a la elección del «nuevo liderazgo» europeo para decidir sobre la ayuda a partir de 2024.
Hungría es único país que se opone al paquete de ayuda a Ucrania para los próximos cuatro años, pero podría vetar por sí sola la iniciativa, ya que esta necesita el apoyo unánime de los Veintisiete. Sin embargo, en los días previos a la cumbre de líderes varias fuentes diplomáticas han sugerido que este veto podría sortearse sacando la ayuda del presupuesto y usando una fórmula intergubernamental para financiarlo, de modo que no sea necesario el apoyo de Budapest, por ejemplo, prolongando el programa de asistencia financiera vigente para 2023 por el que se captan fondos en los mercados con garantías aportadas por cada Estado miembro.
Orbán rechazó además que su Gobierno esté vinculando su apoyo a la adhesión y las ayudas para Ucrania al desbloqueo de todos los fondos europeos que tienen congelados por sus deficiencias en materia de Estado de Derecho. La Comisión Europea desbloqueó ayer 10.200 millones para Budapest tras avalar su reforma para mejorar la independencia judicial, pero mantiene bloqueados otros 21.000 millones de diferentes partidas.
1 comentario
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Dicho por ellos, si entrara Ucrania en la UE nos costaría entre 175 y 200 mil millones de euros. Por otra parte no se creen ni ellos que han cumplido el 90 %. Y encima un pais en guerra. Nos siguen tomando por borregos?