Niño migrante en Lampedusa. | Reuters - YARA NARDI

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No llora, no sonríe y no habla, pero los cooperantes y médicos que han podido visitarlo dicen que tiene unos 3 años y sus compañeros de barcaza que llegaron a la pequeña isla italiana de Lampedusa (sur de Italia) aseguran que lo encontraron vagando solo en el desierto. Tras conocerse la noticia, fueron numerosas las familias que se mostraron dispuestas a ocuparse del pequeño y la Cruz Roja italiana confirmó a EFE que el Juzgado de Menores de Palermo decidió rápidamente dar en acogida al que todos llaman «niño del desierto».

A su llegada al centro de acogida de Lampedusa en los últimos días, en medio de la oleada de desembarcos que colapsaron la instalación con más de 7.000 personas, un joven que lo acompañaba explicó que no conocía la identidad del niño, que no sabía quién era, pero que lo había encontrado vagando solo, durante el viaje en el desierto hacia Sfax, en Túnez, para partir hacia las costas sicilianas.

«No podía dejarlo morir solo en el desierto, así que lo llevé conmigo e hicimos el viaje juntos», dijo el joven, explicando que el niño tampoco le dirigió nunca una palabra durante la travesía, según los medios italianos. Los dos llegaron el pasado viernes por la tarde, tras un largo viaje por mar, a Lampedusa y desembarcaron en el muelle de Favarolo junto con los demás ocupantes del barco, recuperados por una patrullera de la guardia costera, para ser trasladados al centro de acogida.

Los voluntarios de Save the Children y la Cruz Roja Italiana le han cuidado estos días, vista su corta edad, y varios psicólogos han intentado que se abra, pero hasta ahora sin éxito mientras el niño estaba centro de la zona reservada para los más pequeños y las madres solteras.

Los psicólogos explican que «su atención se ve atraída sólo por las figuras femeninas», pero que «no consigue interactuar» y por ello los magistrados han decidido rápidamente para que pueda ser atendido. Los menores solos que han desembarcado junto con otros migrantes en los últimos días en Lampedusa y en otros lugares de Sicilia son hasta el momento más de un millar, subraya Save The Children y aseguran que, por desgracia, suele haber más casos de niños encontrados solos por las rutas.