Imagen de la sede de la OIEA.

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El director general del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), Rafael Grossi, condenó este sábado "enérgicamente" el veto de Teherán a varios de los inspectores de la agencia, y advirtió de que la "desproporcionada" medida afectará negativamente de forma "grave" los necesarios controles del programa nuclear iraní. "En el día de hoy, la República Islámica del Irán me ha informado de su decisión de retirar la designación de varios inspectores experimentados", reveló Grossi en un comunicado.

La nota precisa que se trata de especialistas nombrados para realizar "actividades de verificación en Irán en virtud del Acuerdo de Salvaguardias (controles) del TNP (Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares)", y que ya recientemente Teherán había retirado el permiso de acceder a sus instalaciones a otro inspector. Con la decisión de este sábado, el país persa" ha eliminado de hecho aproximadamente un tercio del grupo básico" de los inspectores más experimentados del OIEA designados para Irán.
Además, esos expertos se encuentra entre "los más experimentados del organismo, con conocimientos únicos en tecnología de enriquecimiento (de uranio)", resalta el director general.

Si bien recuerda que formalmente el Acuerdo de Salvaguardias permite a Teherán vetar a determinados inspectores, el diplomático argentino denuncia que la medida "ha sido ejercida de una manera que afecta de forma directa y grave a la capacidad del OIEA para llevar a cabo eficazmente sus inspecciones en Irán. Esta decisión profundamente lamentable es otro paso de Irán en la dirección equivocada y constituye un golpe innecesario a una relación ya tensa" entre el OIEA -la agencia nuclear de la ONU- y el país persa, destaca.

Insiste en que sin una cooperación eficaz, "la confianza seguirá siendo difícil de alcanzar" y el organismo con sede en Viena que dirige "no estará en condiciones de cumplir eficazmente su mandato de verificación en Irán". Por lo tanto, no podrá "proporcionar garantías creíbles" de que el material y las actividades nucleares de la República Islámica persiguen fines pacíficos. "Condeno enérgicamente esta medida unilateral desproporcionada y sin precedentes que afecta a la planificación y realización normales de las actividades de verificación del organismo en Irán, y contradice abiertamente la cooperación que debería existir entre el OIEA e Irán", subraya Grossi.

Al mismo tiempo, insta al Gobierno iraní a reconsiderar su decisión y retomar la vía de la cooperación con el OIEA. "Hago un llamamiento a las más altas autoridades de Irán para que se pongan de acuerdo conmigo lo antes posible para corregir el rumbo y trabajar con el organismo en la aclaración completa de las cuestiones de salvaguardias pendientes", concluye. Irán viene aumentado desde hace meses su producción de uranio enriquecido, y ha llegado a niveles cercanos al necesario para la construcción de bombas atómicas.

En una declaración conjunta emitida el pasado miércoles en Viena, más de 60 países exigieron a Teherán explicaciones sobre el origen y la evolución de trazas radiactivas halladas en dos instalaciones declaradas como no nucleares por las autoridades iraníes. Estas tensiones tienen lugar en un momento delicado para EEUU e Irán, que desde 1979 no mantienen relaciones diplomáticas, ya que ambos están en la recta final para un acuerdo que prevé la liberación de presos en sus respectivos países.