El líder norcoreano, Kim Jong Un, a su llegada a territorio ruso. | KCNA

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El líder supremo norcoreano, Kim Jong Un, ha iniciado este martes su visita a Rusia con una parada estratégica en la estación de tren de Jasán, ubicada en la frontera y donde ha tenido que cambiar las ruedas de su tren para que este pueda circular por territorio ruso. Allí ha aprovechado para reunirse con el ministro de Recursos Naturales ruso, Alexander Kozlov.

«La Federación Rusa y Corea del Norte han sido grandes amigos durante 75 años. Todos estos años nos hemos apoyado y ayudado mutuamente no solo como vecinos, sino también como colaboradores cercanos», ha manifestado Kozlov en una publicación en su canal oficial de Telegram, donde ha compartido un vídeo del encuentro con Kim. En la reunión, además de Kozlov, quien también ejerce como presidente de la comisión intergubernamental de Rusia y Corea del Norte, también ha estado presente el gobernador de Primorie, Oleg Kozhemiako, según recoge la agencia rusa de noticias Interfax.

El tren en el que viaja Kim, un ferrocarril a prueba de balas y pintado de color verde, ha tenido que hacer una larga parada estratégica nada más cruzar la frontera para cambiar las ruedas a unas más grandes que se adapten a las vías ferroviarias del país, según informa la BBC. Kim viaja previsiblemente rumbo a la ciudad de Vladivostok, donde se encuentra el presidente ruso, Vladímir Putin, con motivo del octavo Foro Económico del Este. Sin embargo, fuentes surcoreanas apuntan a que el tren de Kim se desplaza más hacia el norte, rumbo a la provincia de Jabarovsk.

Las autoridades de Rusia y Corea del Norte han confirmado la visita de Kim a territorio ruso, donde se reunirá con el presidente Putin. Sobre la mesa estará un posible acuerdo para el suministro de armamento norcoreano que ha puesto en alerta a las principales potencias internacionales, especialmente Estados Unidos.

Desde Washington se han sucedido en los últimos días mensajes advirtiendo a Pyongyang de no alcanzar ningún acuerdo con Moscú, pues esto supondría una violación de los compromisos adquiridos por las autoridades norcoreanas.