El Parlamento turco ha aprobado la declaración del estado de emergencia. | Efe

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Las autoridades de Turquía han elevado este jueves a más de 17.100 los muertos a causa de los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria, un país en el que también han muerto más de 3.200 personas, según los últimos balances. La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha detallado en su perfil oficial de Twitter que hasta el momento se ha confirmado el fallecimiento de 17.134 personas, antes de agregar que el número de heridos asciende ya a 70.347.

«Cientos de miles de personas participan en los esfuerzos de ayuda. Todo tipo de equipos y vehículos de todo el país han sido dirigidos a la región», ha destacado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien lleva desde el miércoles en la zona afectada supervisando los esfuerzos de búsqueda y rescate, recoge la agencia Anatolia. Durante la jornada, el Parlamento turco ha aprobado la declaración del estado de emergencia durante un periodo de tres meses en las diez provincias damnificadas, una propuesta presentada el martes por el propio Erdogan.

Los seísmos han dejado más de 3.200 personas muertas y 5.200 heridas en Siria, de los cuales 1.262 muertos y 2.285 heridos se han registrado en las zonas de Siria controladas por las autoridades, según datos del Ministerio de Sanidad sirio recogidos por la agencia estatal siria de noticias, SANA. Estos datos corresponden a las provincias de Alepo, Hama, Latakia, Tartus y las zonas de Idlib en manos de las fuerzas gubernamentales.

A las cifras gubernamentales sirias hay que sumar más de 1.970 muertos y 2.950 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según ha dicho la Defensa Civil de Siria, conocida como 'cascos blancos', a través de su cuenta en Twitter, donde ha insistido en que se espera que el balance aumente significativamente, ya que cientos de familias permanecen atrapadas bajo los escombros más de 75 horas después del seísmo.