El globo espía chino en EE UU eleva aún más la tensión entre las dos superpotencias

Cuando el globo fue detectado, precisamente cerca de uno de los lugares donde Estados Unidos almacena parte de su armamento nuclear, todas las alarmas se encendieron en Washington, que pidió explicaciones al gigante asiático de manera inmediata. Pekín respondió que se trataba de un globo de observación meteorológica, explicación que no ha satisfecho a la Casa Blanca y que no ha evitado el derribo del elemento, que no se llevó a cabo hasta que no supusiera un peligro para la población.

Así, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd J. Austin, confirmó que dos aviones de combate derribaron con éxito un globo que, según Washington, tenía como objetivo vigilar "sitios estratégicos". En concreto, "buscaba monitorear sitios militares sensibles", según reveló una fuente de Defensa a diversos medios estadounidenses, algo que contradice la versión china de que se trataba de una misión meramente científica.

Fue el pasado marte cuando EE UU anunció el hallazgo del globo sobre los cielos de Montana y anunció que iba a monitorear el movimiento del dirigible. China admitió el viernes que se trataba de un globo de su propiedad, aduciendo que era "un dirigible civil utilizado con fines de investigación, principalmente meteorológicos". Washington no se tragó la excusa de Pekín y consideró "una violación intolerable" la presencia del globo, además de advertir que no es el único: hay otro de las mismas características sobrevolando Sudamérica, advirtió el Pentágono.

El de Norteamérica (también sobrevoló Canadá) y el de Sudamérica "son parte de una flota de globos de China, desarrollada para realizar operaciones de vigilancia, que también han violado la soberanía de otros países", una actividad que se lleva a cabo "bajo la dirección del Ejército Popular de Liberación", según fuentes oficiales de Washington.

Así, cuando el globo salía de Norteamérica por la costa atlántica en Carolina del Sur, el dispositivo organizado por el departamento de Defensa derribó el dirigible, con un dispositivo listo para recoger los restos y analizarlos. La orden fue directa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como él mismo admitió después este sábado.

"El miércoles, cuando me informaron sobre el globo, ordené al Pentágono que lo derribara, el miércoles, lo antes posible", dijo Biden a periodistas este sábado. "Decidieron que, sin dañar a nadie en el suelo, decidieron que el mejor momento para hacerlo era cuando pasaba sobre el agua", prosiguió el presidente, que aprovechó para "felicitar a nuestros aviadores que lo hicieron".

La principal preocupación era no poner en peligro a la población estadounidense en la operación, así que se decidió no acometer la operación hasta que el globo no estuviera sobre el océano. Después de "un análisis cuidadoso", los comandantes militares estadounidenses "determinaron que derribar el globo mientras se encontraba en tierra representaba un riesgo indebido para las personas en un área amplia debido su tamaño, altitud y la utilidad de su carga de vigilancia".

Ahora, los esfuerzos estadounidenses se centran en recuperar la mayor parte posible de los restos del globo para analizarlo. La zona donde cayó ha sido acordonada y por ella patrullan buques de la Marina y la Guardia Costera de EE UU. Además, se ha advertido a los habitantes del Condado de Horry (Carolina del Sur) de que pueden aparecer restos del globo en su playa, y de que al ser "parte de una investigación federal". "Los escombros no deben ser tocados, movidos o levantados".

La respuesta de China: "Insatisfacción y protesta"

Después de conocerse la noticia del derribo del globo, China ha reaccionado mostrando su profunda "insatisfacción y protesta" por lo que califica de "sobrerreacción" de Estados Unidos. En un comunicado publicado este domingo por el Ministerio de Relaciones Exteriores chino, se vuelve a defender que la aeronave "carácter civil" y reiteró que "su entrada en EE UU por causas de fuerza mayor fue completamente accidental".

"La parte china claramente solicita a EE UU que maneje la situación adecuadamente de manera tranquila, profesional y moderada", dijo el comunicado de Exteriores, al tiempo que advirtieron de que "salvaguardarán de manera resuelta" los derechos de las empresas relacionadas con la aeronave y "se reservará el derecho de dar las respuestas necesarias".