El presidente de Perú, Pedro Castillo. | Europa Press

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La Fiscalía ha detenido este miércoles al destituido presidente de Perú Pedro Castillo en la sede de la Prefectura de Lima, a donde se ha dirigido junto a su familia y el exprimer ministro Aníbal Torres tras anunciar que disolvía el Congreso, decretaba un gobierno de excepción y convocaba nuevas elecciones legislativas.

La Policía Nacional de Perú ha publicado en su perfil de Twitter una fotografía de Castillo detenido en la que ha destacado que en cumplimiento de sus atribuciones descritas en el código policial han llevado a cabo este arresto.

Poco después de anunciar sus intenciones, la Fiscalía anunció medidas legales contra Castillo por haber roto el orden constitucional, y su responsable principal, Patricia Benavides, le recordó que «ninguna autoridad puede ponerse por encima de la Constitución» y que «debe cumplir con sus mandatos constitucionales».

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La detención de Castillo se produce poco después de que el Congreso de Perú en sesión extraordinaria llevara a cabo la tercera moción de censura contra él por incapacidad moral, logrando con éxito en esta ocasión destituirle. La votación se saldó con 101 votos a favor, seis en contra y diez abstenciones.

Tras su destitución asumirá las riendas la hasta ahora vicepresidenta, Dilma Boluarte, convirtiéndose así en la primera presidente en la historia del país. «Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional», ha dicho.

Junto a ella, varios ministros del gabinete se han apresurado a rechazar la maniobra de Castillo de querer cerrar el Congreso, y han coincidido con Boluarte en que se trata de un «golpe de Estado». Los más prestos presentando sus renuncias «irrevocables» han sido los ministros de Trabajo, Alejandro Salas; el de Asuntos Exteriores, César Landa --quien ha acusado a Castillo de «violar» la Constitución; así como los de Economía, Kurt Burneo; de Educación, Rosendo Serna; y de Justicia, Felix Chero, uno de los miembros más leales de su hasta ahora gabinete.