Concentración de Atención Primaria en Madrid. | Europa Press

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España, como la mayoría de países de su entorno, tiene un problema con su sistema sanitario que preocupa mucho a la Organización Mundial de la Salud (OMS): la gran tarea es planificar los recursos humanos y mejorar las condiciones de trabajo de los sanitarios, según asegura en una entrevista con EFE el asesor regional de recursos humanos en salud de la OMS en Europa, Tomás Zapata. Zapata, que ha participado esta semana en Madrid en unas jornadas sobre Atención Primaria organizadas por el Ministerio de Sanidad, expone a EFE su preocupación por las consecuencias de las precarias condiciones laborales de los profesionales españoles. «Durante la pandemia, los trabajadores han estado expuestos a unos niveles altos de carga de trabajo, alto estrés, ansiedad (...) Ahora hay una sensación de cansancio, de quemazón y al mismo tiempo de ver que las condiciones de trabajo en muchos países de Europa no son como deberían ser en cuanto a carga, flexibilidad laboral y conciliación», explica.

Este asesor del organismo que vela por la salud global recuerda que una encuesta colegial de 2019 recogía que hasta un 40 % de los médicos en España tenía un contrato temporal. La organización va a realizar un estudio comparativo con los salarios de médicos y enfermeras en los distintos países. De momento Zapata solo avanza que en España el gasto sanitario -respecto al Producto Interior Bruto (PIB)- es relativamente «barato o eficiente en comparación con otros sistemas», y una de las causas son los salarios. Zapata, que se formó precisamente como médico de familia en Madrid, cree que el principal problema está en la Atención Primaria, donde los médicos de familia, pediatras y enfermeras están sobrecargados. «Si tenemos trabajadores de salud que están de baja por depresión, por agotamiento o »burnout«, al final no podemos proveer los servicios que se necesitan», explica este asesor de la OMS.

Enfermería

Zapata asegura que estamos en un «momento crítico» en general en Europa, pero cree que hay países que «lo están haciendo mejor», lo que significa que tienen una muy buena planificación a largo plazo que les permite proyectar cuál va a ser la necesidad de sanitarios en los próximos 10 ó 15 años. España, a su juicio, está también progresando. Cita un informe para el Ministerio de Sanidad en el que se hace una proyección al año 2028 y al 2035 de las distintas especialidades médicas y las necesidades que va a haber. Esa planificación es importante -dice- para no producir un «exceso» de sanitarios como sucedió hace 30 años en España ni tampoco quedarse cortos. Una primera medida a corto plazo, según Zapata, es «retener a los que tenemos».

Y la segunda es atraer a nueva gente, sobre todo jóvenes, a especialidades como enfermería, ya que España está por debajo de la media europea no solo en el número de profesionales en activo sino también en la formación. «Tiene que haber una consideración también en cuanto al rol y el papel que las enfermeras juegan en la provisión de servicios», pide Zapata. El asesor de la OMS es autor de un informe sobre la situación de los recursos humanos en 53 países de la región europea que ofrece datos devastadores: en uno de cada tres países, al menos el 40% de los médicos tiene más de 55 años, es decir, se jubila en diez años. No obstante, los datos que maneja la OMS no corroboran el éxodo de profesionales del que alertan algunos titulares. «Lo que vemos es que, más o menos, emigraron en torno a unos 300 médicos en 2020», dice Zapata, que recuerda que nuestro país es un «receptor neto de médicos». «Eso no quiere decir que (el éxodo) no pueda aumentar en un futuro, sobre todo con las generaciones jóvenes que vienen preparadas hablando diferentes idiomas», precisa.

Atención Primaria

En España, el mayor déficit de personal se produce en Atención Primaria. «Tenemos que empezar a tomar medidas ya (...) si queremos reemplazar a todos los médicos de familia que se van a jubilar en los próximos 15 o 20 años». Se trata de una especialidad esencial para la Organización Mundial de la Salud, porque, asegura, los sistemas de salud que invierten en Atención Primaria «consiguen unos buenos resultados en salud y de una forma muy eficiente». España invierte en Primaria el 14 % de su gasto sanitario total, un punto por encima de los 53 países de la región europea, pero el dato -apunta- es «muy malo», por debajo de lo que sería deseable. En nuestro país, dice Zapata, la financiación de la atención hospitalaria ha seguido incrementándose mientras que la Primaria ha aumentado de una forma mucho más leve, es decir, que la brecha se hace cada vez mayor. Las consecuencias de no invertir en primaria, alerta el experto de la OMS, ya se están viendo: las Urgencias se saturan, y esa no es una forma «eficiente» de atender a los pacientes. Además, augura Zapata que en unos años acabará repercutiendo también en la atención hospitalaria.

Otra de las dificultades con las que se está encontrando España, a juicio de la OMS, es la de atraer a profesionales de la salud para trabajar en zonas rurales. Incentivos económicos, mejoras en las condiciones laborales, proveer de casas con buenas instalaciones y conexiones a Internet rápidas son algunas de las medidas que la organización recomienda para que las zonas rurales no queden desprovistas de médicos.