Los rusos compran en masa en la tienda de San Petersburgo, días antes de su cierre. | Reuters

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Pasar un día en Ikea, deambulando entre sus secciones o degustando sus platos en la cafetería, será más pronto que tarde una experiencia imposible de vivir en Rusia. La firma sueca ha anunciado en las últimas horas su decisión de abandonar el país ante la invasión de Ucrania y ello ha provocado una curiosa reacción: los rusos se han lanzado en tromba a los establecimientos para hacerse con algunos de sus conocidos y famosos productos. Las imágenes de largas colas en las cajas, o incluso frente a las puertas entreabiertas antes de la apertura comercial se han repetido en distintas ciudades y localidades de Rusia.

Microsoft ha sido la última en seguirle los pasos a la firma de muebles Ikea. Este mismo viernes Microsoft Corp ha anunciado que suspendía las nuevas ventas de sus productos y servicios en Rusia, convirtiéndose en la última empresa occidental en distanciarse de Moscú tras la decisión de Vladímir Putin de invadir Ucrania. Lo mismo han hecho otros gigantes occidentales, como Apple, Nike y Dell Technologies.

Y es que las empresas e inversores de todo el mundo se enfrentan este viernes al dilema de la oferta, o mejor dicho ultimátum, planteado por Moscú para acelerar su salida del país y permitirles entregar las participaciones a gestores locales hasta su regreso. Las opciones las ofreció el viceprimer ministro Andrei Belousov una semana después de la invasión rusa a Ucrania y un día después de que el banco francés Societe Generale advirtiera de que podría ser despojado de sus operaciones en Rusia, lo que provocó un escalofrío en las empresas que pretendían permanecer en el país.

Belousov esbozó entonces tres caminos, tres vías alternativas para las empresas extranjeras en la actual coyuntura internacional. «La empresa sigue trabajando a plenitud en Rusia», dijo en un comunicado. «Los accionistas extranjeros transfieren su participación para que sea gestionada por socios rusos y puedan volver al mercado más adelante», añadió, o «(...) cesa definitivamente sus operaciones en Rusia, cierra la producción y despide a los empleados».