El margen de hasta cinco puntos con el que llegó en los últimos días a los comicios Scholz -quien aseguró tras conocerse los primeros datos del escrutinio que se considera elegido por los votantes para ser el nuevo canciller- quedaron reducidos a apenas un punto, según los datos del escrutinio a las tres horas del cierre de los colegios.
Sin embargo, los conservadores de la alianza entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) y sus aliados de la Unión Socialcristiana (CSU), que partían como líderes del Gobierno de gran coalición presidido durante los últimos cuatro años por Merkel, no pudieron evitar una fuerte sangría de votos.
Mientras Scholz vio «claro» que tiene el encargo de ser el próximo líder del Gobierno en Berlín, Laschet rehusó en un debate televisado entre los líderes que compitieron en estos comicios conceder que no será quien lidere el nuevo Ejecutivo. Habrá que ver quién tiene la mayoría en el parlamento, insistió.
ACUERDO ANTES DE NAVIDADES
Scholz se mostró confiado en que el acuerdo de Gobierno se alcanzará «antes de navidades» y Laschet coincidió en ese horizonte temporal. Hasta entonces Merkel seguirá cumpliendo con las tareas de Gobierno, aunque ya desde este domingo deja de ser diputada.
Según el escrutinio de los comicios -que comenzó tras el cierre de los colegios electorales a las 18:00 horas locales (16:00 GMT)- el SPD lograba tres horas después un 25, 7 % de los votos, seguido del 24,5 % de la CDU/CSU, del 14,3 % de Los Verdes, el 11,5 % de los liberales del FDP y el 10,5 % de los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD).
La Izquierda alcanzaba un 5 % de los sufragios, límite que les permite entrar en el Bundestag, pero peligrosamente en el margen y por eso sin clara influencia en la composición del nuevo Gobierno.
Desde este lunes comienza en Alemania un intenso proceso de negociación de coaliciones posibles, un tiempo que podrá demorarse meses dado el resultado de las elecciones, en el que la eventual caída de La Izquierda se traduciría en una opción menos, la del acuerdo entre ellos, el SPD y los Verdes.
En los comicios alemanes aparecen como clave en la negociación de la composición del Gobierno tanto los liberales como los Verdes, que mostraron su disposición a entrar en el juego de las conversaciones.
El líder del FDP, Christian Lidner, aludió a la «responsabilidad especial» que tiene su partido y dijo que está dispuesto a hacer una contribución para facilitar la formación del Gobierno, para lo cual hizo un claro guiño en dirección a los ecologistas.
LIBERALES Y VERDES, INTERLOCUTORES INEVITABLES
Con sus porcentajes, todavía provisionales, liberales y Verdes aparecen tras estos comicios como interlocutores inevitables si se quiere llegar a una constelación que sea viable en Berlín.
«Tiene sentido que partidos diferentes hablen entre ellos», declaró por su parte Annalena Baerbock en dirección a los liberales en la ronda de líderes celebrada ante las cámaras tras el cierre de las urnas.
Y aseguró que ese Gobierno deberá contar con hacer de Alemania un país «climáticamente neutral» , pero Baerbock tuvo que reconocer que la ambición con la que comenzaron la campaña se ha encontrado con la realidad de que todavía existen dos grandes bloques con los que hay que contar.
Los Verdes llegan al final de la carrera electoral teniendo que aceptar que no pondrán a otra mujer al frente de la Cancillería, pero Baerbock quiso verse responsable de haber obligado a una «renovación» en el país al poner en primera línea de las prioridades de un futuro Gobierno la gestión y la solución de la emergencia climática.
La de Los Verdes fue no obstante una caída clara desde las cumbres a las que ascendieron en primavera, antes de que errores no forzados de su candidata contribuyeran al declive de sus expectativas, que no pudieron recuperar a pesar del impacto de las graves inundaciones de este verano en el oeste del país.
OPCIONES DE COALICIONES
Desde este lunes los partidos alemanes se libran a una intensa, y probablemente prolongada, negociación a varias bandas, en la que existen diferentes posibilidades.
Teóricamente todavía sería posible reeditar una Gran Coalición entre socialdemócratas y conservadores, que contaría con una mayoría suficiente; también funcionaría un acuerdo entre ambos más los liberales, así como un trío entre socialdemócratas, Verdes y liberales.
La opción «Jamaica» también tendría futuro, consistiría en un acuerdo entre conservadores, verdes y liberales, que ya se intentó alcanzar, sin éxito, tras los comicios generales de 2017.
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