La medida, anunciada por el ministro de Salud, Matt Hancock, ante el Parlamento supone el cierre de bares y restaurantes, salvo para el servicio a domicilio y para llevar, además de exigir reducir la mínimo los desplazamientos fuera de casa y evitar en la medida de lo posible aquellos que sean entre distintas zonas.
Además, en lo relativo a las reuniones, se pide evitar reuniones en domicilios particulares y en espacios públicos con personas con las que no se conviva o con las que no se forme parte de una misma 'burbuja', si bien en este último caso no deberán superar las seis personas.
La norma ha entrado en vigor a las 0.01 horas del miércoles en la ciudad de Londres, toda el área de Gran Londres, así como el sur y el oeste del condado de Essex y algunas zonas del condado de Hertfordshire.
«Esta acción es absolutamente esencial no solo para mantener a la gente a salvo sino porque hemos visto que la acción temprana puede evitar más daños y problemas más duraderos después», ha defendido el ministro, que ha explicado que ha tomado la decisión de elevar el nivel de confinamiento ante el aumento de los contagios.
Por su parte, el alcalde de la capital, Sadiq Khan, ha destacado que aunque la medida es «increíblemente decepcionante» para los negocios, «el virus se está acelerando en la dirección equivocada una vez más en todo Londres y las vidas de los londinenses están en peligro». «Sería una tragedia perder a más personas cuando la vacuna ya se está suministrando en nuestra ciudad», ha destacado en un comunicado.
«Sabemos por la amarga experiencia que cuando los casos comienzan a aumentar rápidamente, es mucho mejor actuar pronto, en lugar de demasiado tarde», ha defendido Khan, animando a los londinenses a cumplir las restricciones previstas para evitar «un confinamiento total en el nuevo año».
Por otra parte, el alcalde de Londres ha defendido la necesidad de aumentar los test en escuelas e institutos de forma inmediata, «ya que ahí es donde más se está propagando el virus». En este sentido, «dado el incremento significativo en los contagios entre las personas de 10 a 19 años, el Gobierno debería considerar pedir que las escuelas secundarias y las universidades que aún no tengan instalaciones para realizar test que cierren antes y reabran un poco después en enero para dar tiempo a que haya pruebas semanales», ha sostenido.
«La vacuna ofrece cierta luz al final del túnel, así que no caigamos en lo que podría ser el último obstáculo», ha argumentado Khan, animando a todos los ciudadanos a cumplir con las normas fijadas por el Gobierno para que «podamos salvar el máximo posible de vidas, apoyar al servicio de salud y proteger nuestra economía».
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