Los franceses solo podrán celebrar el fin de este particular año 2020 con los suyos y en casa. El Gobierno francés dio este jueves marcha atrás en la promesa de no imponer un toque de queda durante las fiestas por el alto número de contagios, que le ha llevado además a retrasar la reapertura de centros culturales.
«Entiendo vuestro cansancio, vuestras dudas, vuestro sufrimiento. Lo comparto. Pero mi misión y la del Gobierno es protegeros, lo que incluye tomar decisiones difíciles», dijo en una rueda de prensa el primer ministro, Jean Castex, quien asumió un tono paternalista para retrasar la anunciada flexibilización del confinamiento impuesto el 30 de octubre.
A finales de noviembre, el presidente, Emmanuel Macron, había dicho que si los contagios diarios caían hasta los 5.000 diarios, el 15 de diciembre entraría en vigor una nueva fase en la que el confinamiento dejaría lugar a un toque de queda nocturno y los teatros, cines, museos y otros centros culturales podrían abrir.
Pero las cosas no van como el Ejecutivo preveía, pues las últimas cifras muestran que tras varias semanas de mejoras continuas en noviembre, la aligeración de las medidas estas dos últimas semanas, con comercios abiertos y permisos para salidas del domicilio más largas, han estancado los contagios en torno a los 14.000 diarios.
«No lograremos el objetivo que habíamos marcado», asumió en la rueda de prensa el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
Teatros, cines, museos, monumentos y otros centros culturales permanecerán cerrados hasta al menos el 7 de enero, y el toque de queda nocturno se adelanta una hora, a partir de las 20.00 horas y hasta las 06.00 hora local.
Sí se permitirán los desplazamientos entre regiones, aunque se mantiene la recomendación de dar prioridad al teletrabajo.
«Los establecimientos públicos permanecerán cerrados tres semanas más. Las condiciones impuestas para su reapertura no se reúnen», resumió Castex, cuyo anuncio engloba también polideportivos, circos, zoológicos y casinos.
EVITAR UN REPUNTE EPIDÉMICO
Castex aseguró que la situación será peor en enero si no se toman estas medidas, que suponen también mantener la limitación de aforo en templos religiosos, fijado actualmente en el 30 % de su capacidad, y las autoridades no se pronunciarán hasta enero sobre el regreso del público a los estadios deportivos.
El objetivo del Gobierno francés ahora es evitar el repunte de positivos que se vio en Canadá y Estados Unidos tras la festividad de Acción de Gracias, por lo que ha decidido limitar las excepciones navideñas a la noche del 24 de diciembre.
«Sabemos que cuanto más multiplicamos los contactos en espacios cerrados, mayores son los riesgos. Es por ello que queremos limitar la ocasión de reunirse en casa de unos y otros. La misma lógica reclamaría imponer lo mismo en Navidad, pero la Navidad ocupa un lugar importante en nuestras vidas y tradiciones», dijo.
El Gobierno antepone así el encuentro familiar a las fiestas de Nochevieja, que en Francia es una cita puramente festiva y de encuentro entre amigos, que tiene «todos los ingredientes para un repunte epidémico», según Castex.
Eso sí, el Ejecutivo insistió en hacer un llamamiento a la responsabilidad para que los encuentros se limiten a un máximo de seis adultos en la medida de lo posible.
A partir del martes 15, Francia pretende también endurecer la lucha contra el virus, aumentando el número de test, que a finales de noviembre eran cerca de 1,3 millones semanales, y acelerar los resultados para que estén disponibles en un máximo de 12 o 24 horas, frente a las 48 horas actuales.
«Nuestro objetivo es acelerar los plazos de acceso a los resultados, mejorar el rastreo de casos de contacto y garantizar la efectividad del aislamiento de positivos y sus contactos», dijo Véran.
El primer ministro explicó además que han descartado imponer un aislamiento obligatorio por ley para los positivos, por temor sobre todo a que los ciudadanos prefieran no hacer el test, pero van a reforzar el acompañamiento sanitario de los enfermos para que ellos y quienes viven bajo el mismo techo puedan ser atendidos y diagnosticados a domicilio.
Mantienen de momento el cierre de bares, restaurantes y gimnasios hasta el 20 de enero, fecha en la que también revisarán las condiciones del toque de queda.
En las últimas 24 horas, el país registró 13.750 nuevos contagios, con lo que el total desde el inicio de la epidemia asciende a 2.337.966, y una tasa de positivos del 6,4 %.
Además, 297 personas murieron en hospitales en el último día, con lo que el total de decesos suma ya 56.940 desde marzo.
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