Un día después de que Pensilvania confirmara su derrota en ese estado, Trump ha intervenido vía telefónica en una audiencia celebrada por senadores republicanos en la ciudad de Gettysburg, presidida por su abogado personal Rudy Giuliani, en la que ha insistido nuevamente en las teoría de fraude electoral.
«Tenemos que darle la vuelta a la elección, porque no hay duda de que tenemos todas las pruebas», ha dicho un Donald Trump, mientras Jenna Ellis, otra de las integrantes de su equipo legal, sostenía el teléfono móvil ante un micrófono para que los allí presentes escucharan una perorata conspirativa de unos diez minutos.
«Todo lo que necesitamos es que algún juez lo escuche correctamente sin tener una opinión política o tener otro tipo de problema, porque lo tenemos todo y, por cierto, las evidencias están llegando ahora mientras hablamos», ha asegurado.
«Estás elecciones fueron amañadas. No podemos permitir que esto suceda. No podemos permitir que suceda en nuestro país. Estas elecciones han de revertirse porque ganamos Pensilvania por mucha diferencia y ganamos todos estos estados indecisos también por un mucho», ha insistido.
Trump, que tenía previsto viajar hasta Gettysburg, finalmente se ha quedado en la Casa Blanca, después de que uno de sus asesores de campaña diera positivo por coronavirus.
En este caso se trata de Boris Epshteyn, uno de los integrantes de su equipo legal, quien estuvo presente en la encendida rueda de prensa de la semana pasada en Washington, en la que Giuliani, quien sí ha viajado a Gettysburg, afirmó que existía un plan a nivel nacional para expulsar a Donald Trump del Despacho Oval.
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