La ministra de Exteriores de Bolivia, Karen Longaric, expone sus acusaciones ante los medios.

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Un incidente este viernes en la sede diplomática de México en la capital del país, La Paz, ha provocado que el Gobierno de Bolivia haya acusado a la Embajada de España en el país de «atropellos» a su soberanía.

La ministra del Exteriores del país sudamericano, Karen Longaric, ha denunciado en rueda de prensa y a través de un comunicado que «personas que han sido identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por personas con el rostro cubierto, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz».

Así, ha destacado que «la pregunta número uno (...) es cuál era el motivo para que la ministra consejera de España visite a la embajadora de México acompañada de personas con el rostro cubierto y presumiblemente armadas, como han denunciado los vecinos de la zona».

En este sentido, ha sostenido que «la Cancillería boliviana cursará una nota a la Cancillería del Reino de España denunciando estos atropellos y reclamando el cumplimiento riguroso de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas».

La ministra boliviana ha agregado que La Paz «está enviando copia» de la nota «a todos los órganos de la Unión Europea (...), además de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y todos los organismos regionales que vinculan a Bolivia».

«La Cancillería boliviana aún tiene que analizar serenamente este tema, aunque los hechos son evidentes, están grabados en fotografías y vídeos», ha dicho, antes de agregar que el Ejecutivo boliviano «sabrá dar la respuesta que corresponde en un caso de tamaña ofensa a la soberanía de Bolivia».

En otro orden de cosas, ha manifestado que las autoridades «entienden que continúan (en el interior de la legación diplomática) las nueve o diez personas (...) que se encuentran asiladas ya desde hace bastante tiempo».

El incidente

Longaric ha recalcado que la Policía boliviana ha «frenado el ingreso de los vehículos a las instalaciones» y ha agregado que «la presencia de personas con rostros cubiertos en el condominio representaba una potencial amenaza».

«El personal diplomático de la Embajada de España ingresó libremente a la residencia diplomática mexicana y en todo momento se respetó su dignidad y se resguardó su seguridad personal», ha sostenido.

Longaric ha apuntado que la actuación de las fuerzas de seguridad «fue estrictamente apegada a los estándares de protección que la Convención de Viena obliga al Estado Receptor».

Por ello, ha hecho hincapié en que «las acciones del personal de la Embajada de España vulneran la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas» y ha recalcado que «el personal diplomático y de seguridad de la Embajada de España en Bolivia no tiene autorización para portar armas de fuego ni usar atuendos que oculten su identidad».

«Estos actos contravienen las más fundamentales prácticas diplomáticas y vulneran el principio de inviolabilidad, considerando además que utilizaron vehículos con placas diplomáticas asignadas a la Embajada de España, haciendo un mal uso de las inmunidades, privilegios y garantías que el Estado boliviano reconoce y otorga a cualquier misión diplomática acreditada en el país», ha argüido.

«Intromisión» en los asuntos internos

De esta forma, Longaric ha denunciado que «estos atropellos afectan profundamente la dignidad y soberanía del Estado boliviano, la seguridad nacional y ponen en riesgo la integridad física de los huéspedes temporales, del propio personal mexicano y de los vecinos de la zona».

«Asimismo, los hechos acontecidos el día de hoy ratifican la actitud de intromisión en los asuntos internos de Bolivia por parte del Gobierno de México y su Embajada acreditada en La Paz, cuyos comportamientos están tensionando las relaciones entre ambos países», ha criticado.

En esta línea, argumentado que «con estas acciones se atenta contra el proceso de pacificación y recuperación de la institucionalidad democrática y el proceso de elecciones libres y transparentes, en el que se encuentra comprometido el Gobierno constitucional, por decisión del pueblo boliviano y con respaldo de la comunidad internacional».

«Lo señalado ratifica una vez más las actitudes de incomprensión de algunos gobiernos que, guiados por compromisos ideológicos y sin entender aspectos sustanciales inherentes a nuestra realidad nacional, cometen actos de injerencia directa vulnerando principios y valores que sustentan la convivencia pacífica entre estados», ha apuntado.

«El pueblo boliviano defenderá la democracia y ante cualquier amenaza a su seguridad interna, sabrá manifestarse en forma pacífica protegiendo su soberanía y dignidad», ha zanjado Longaric.

Por su parte, el embajador de Bolivia ante la OEA, Jaime Aparicio, ha calificado de acto «inamistoso» la visita de personal de la Embajada de España a la Embajada de México en Bolivia y ha indicado que el suceso es una «muestra» de lo que será el gobierno de coalición del PSOE y Podemos.

«Actos inamistosos del Gobierno español contra el pueblo boliviano son una primera muestra de lo que será el cogobierno del PSOE con Podemos», ha expresado Aparicio mediante su cuenta de Twitter. «Es un error subestimar a Bolivia», ha avisado.