«Sandy», como se identifica a Ocasio en el vídeo, aparece junto a otros estudiantes de la Universidad de Boston bailando de manera desenfadada al ritmo de la canción «Lisztomania», del grupo Phoenix.
Según varios medios locales, el vídeo fue difundido a través de la red social Twitter por un usuario anónimo que posteriormente eliminó su cuenta.
El clip iba acompañado del comentario: «Aquí está la comediante sabelotodo favorita de Estados Unidos actuando como la imbécil sin sentido que es».
Ocasio ha respondido con una grabación en sus redes sociales en la que entra bailando a su oficina del Congreso.
«He oído que el Partido Republicano piensa que las mujeres que bailan son un escándalo. Pues ya verás cuando se enteren de que las mujeres congresistas también bailan», escribe la excamarera en el mensaje que acompaña a su rítmica entrada en el despacho.
En apenas dos horas, este mensaje de la congresista ha recibido más de 230.000 «me gusta».
Desde su elección como congresista como la mujer más joven de la historia en entrar en la cámara estadounidense, Ocasio-Cortez ha sido blanco de numerosas críticas por parte de políticos y simpatizantes del partido conservador, que le achacan falta de experiencia.
Cortez, de 29 años y de ascendencia puertorriqueña, saltó a la fama cuando se impuso en las elecciones primarias del Partido Demócrata al candidato oficial, el veterano congresista Joe Crowley, un peso pesado de la agrupación que llevaba en su escaño desde 1999.
Desde entonces, Cortez, junto a otras jóvenes políticas de su formación, se convirtió en la punta de lanza de una nueva generación de ideología socialista crítica con su propio partido y que ha hecho de las redes sociales su principal medio para mantener el contacto con sus seguidores.
Tanto sus propuestas políticas, como subir los impuestos a los más ricos o imponer la atención sanitaria universal, como su manera de vestir o sus vídeos en Instagram y ahora esta grabación de sus tiempos universitarios, se han convertido en continuas fuentes de polémica y discusión entre sus muchos críticos y simpatizantes.
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