Los dos matrimonios mantuvieron este martes un encuentro en la Casa Blanca que sirvió para conocerse por primera vez.
Tras posar sonrientes en el exterior de la residencia presidencial, accedieron al Despacho Oval, donde permanecieron los cuatro mientras los dos jefes de Estado intervenían ante la prensa.
Ya sin medios, prolongaron el encuentro unos minutos más y a continuación Trump y el Rey siguieron reunidos, mientras que sus esposas salieron del despacho.
La primera dama y la Reina se desplazaron al salón rojo para tomar un té y charlar.
Doña Letizia lució un vestido de color rojo sin mangas con un cinturón plateado y su anfitriona, uno estampado con dibujos en color blanco y también sin mangas.
A la llegada a la Casa Blanca, doña Letizia estrechó la mano del presidente y besó a Melania Trump, cogiéndola con afecto de los brazos.
Al dirigirse al Despacho Oval, los dos jefes de Estado fueron por delante, mientras que ellas fueron unos metros detrás charlando de forma distendida.
Ambas son de la misma generación, puesto que la esposa de Trump tiene 48 años y la Reina cumplirá 46 en septiembre.
A Melania Trump se la vio con buen aspecto físico después de que el pasado 14 de mayo se sometiera a una intervención de riñón que la obligó a estar hospitalizada varios días.
No trascendió de qué hablaron, aunque presumiblemente, entre otros asuntos, comentaron su situación familiar, puesto que la hija mayor de los Reyes, la princesa Leonor, tiene 12 años, los mismos que Barron, el único hijo de Trump y Melania.
En el caso de la Reina, es la segunda ocasión en la que está en la residencia oficial, después de que acompañara a Felipe VI a la cita que tuvo con el expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle, en septiembre de 2015.
En aquella ocasión, Michelle Obama también invitó a tomar un té a la Reina, el día en que cumplía 43 años, y luego le enseñó el huerto ecológico que plantó para fomentar la alimentación saludable.
Melania Trump ha mantenido un perfil bajo desde que Trump llegó a la Casa Blanca, aunque el pasado mes de mayo presentó una iniciativa como primera dama para promover una vida más sana para los niños y combatir el acoso en internet y el abuso de opiáceos.
No obstante, esta semana los medios recogieron la crítica lanzada contra la política migratoria del Gobierno de su marido por la separación de padres e hijos indocumentados.
«La señora Trump odia ver a los hijos separados de sus familias y espera que ambas partes puedan unirse», rezaba un comunicado emitido por su portavoz.
Rompiendo con la tradición, Melania no se mudó a la Casa Blanca cuando su marido asumió el poder en enero de 2016 y, durante seis meses, siguió viviendo en su ático de la Torre Trump en Manhattan (Nueva York) con su hijo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.