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Miles de argentinos se congregaron el martes en diferentes puntos del país en defensa del derecho al toples en las playas locales, después un reciente caso en que policías obligaron a un grupo de mujeres a abandonar un balneario local por considerarlas «exhibicionistas».

La convocatoria al denominado «Tetazo», que se realizó en nueve provincias argentinas y contó con cientos de mujeres con sus pechos descubiertos, fue lanzada en las redes sociales con consignas como «¡La única teta que molesta es la que no se puede comprar!» y lemas a favor por la igualdad de género.

«Estoy muy molesta con la gente que denunció, porque es un pezón, un pezón igual que el del hombre, y además tengo entendido que ante la Ley lo que no está prohibido está permitido, y cuando hablamos de exhibicionismo hablamos de genitales, y las tetas no son genitales», dijo a Reuters Grace Prounesti Piquet.

La polémica se inició a finales de enero, cuando se viralizó un vídeo en el que unos 20 policías ordenaban a tres mujeres que se taparan el torso o se retiraran de una playa de Necochea, a unos 500 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires.

«Venimos a manifestar el deseo de libertad», dijo por su parte otra manifestante, Jenny Prieto.

La ley argentina prevé sanciones que van desde multas hasta años de prisión para quienes realicen «exhibiciones obscenas», un término que deja la cuestión abierta a la interpretación de los agentes de las fuerzas policiales y los jueces.

«La defensa de las libertades me lleva a posicionarme en favor de las mujeres que decidieron descubrir sus pechos, del mismo modo que apoyo las manifestaciones que ocurrirán en los próximos días en defensa de los derechos», escribió el juez Mario Juliano, del tribunal Criminal 1 de Necochea, en un fallo a favor del toples tras una denuncia.