En un emotivo discurso, Hollande ha recordado «ese 13 de noviembre que no olvidaremos jamás» en el que «una horda de asesinos mató a 130 de los nuevos e hirió a cientos más en nombre de una causa loca y de un dios traicionado».
«Ciento treinta muertos. Tantos heridos marcados para siempre en sus carnes, traumatizados en lo más profundo de sí mismos», ha lamentado el mandatario, para quien todos ellos fueron atacados porque «encarnaban la vida, porque eran Francia, porque eran la libertad».
A todos ellos les ha prometido que «Francia estará a vuestro lado, reuniremos fuerzas para aplacar el dolor» y hará «todo lo posible para destruir al ejército de fanáticos que ha cometido estos crímenes». Hollande ha asegurado que, para «proteger a sus hijos», «Francia seguirá siendo ella misma, como los desaparecidos la amaban y como habrían querido que siguiera siendo».
«Somos una sola nación sustentada por los mismos valores» y, aunque «los terroristas quieren dividirnos, lanzarnos los unos contra los otros, fracasarán», ha asegurado, defendiendo la necesidad de seguir saliendo a cenar, acudiendo a los estadios de fútbol o a los conciertos.
«Ellos tienen el culto de la muerte pero nosotros tenemos el amor a la vida», ha defendido el presidente francés, que ha dejado claro que quienes han atentado en París, son los mismos que lo hacen en Bamako o Túnez y que antes lo hicieron en Londres o Madrid: «un Islam desviado que reniega del mensaje de su libro sagrado».
Democracia
Pero, ha prometido, «a este enemigo lo venceremos» con las armas de la democracia y las instituciones y con el Derecho Internacional. «Ganaremos esta lucha manteniéndonos fieles a la idea misma de Francia», ha insistido.
«Los que cayeron encarnaban nuestros valores. Nuestro deber es ahora más que nunca hacerlos vivir», ha defendido, asegurando que «no cederemos ni al miedo ni al odio». «Si la ira nos atrapa, la pondremos al servicio de la calma determinación de defender la libertad cada día», ha afirmado.
Hollande también ha elogiado la reacción de los ciudadanos tras los atentados y el patriotismo que están mostrando, enarbolando la bandera o cantando la Marsellesa, y ha hecho una mención especial a los jóvenes, tras recordar que las víctimas tenían de media 35 años.
Así, se ha mostrado confiado en que será esta «nueva generación» que «ha sido golpeada pero no está asustada» y que seguirá defendiendo los valores de Francia.
Acto
El acto ha arrancado hacia las 10:30 horas con el himno nacional y ha culminado también con el mismo. Además, se han interpretado dos canciones míticas en Francia, 'Quand on a que l'amour' (cuando solo se tiene el amor) de Jacques Brel, a cargo de Camélia Jordana, Yaël Naim y Nolwenn Leroy, y 'Perlimpinpin', de Barbara, que ha interpretado Nathalie Dessay.
Otro de los momentos más emotivos ha sido la lectura de los nombres de las 130 víctimas mortales de los atentados, cuyos familiares han estado presentes en el mismo pero no han sido filmados por las cámaras, según resaltan los medios franceses.
Al acto han asistido, además del primer ministro, Manuel Valls, y el gobierno, así como los presidentes de las cámaras del parlamento, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, y el expresidente y líder de Los Republicanos, Nicolas Sarkozy.
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