El presidente de Bolivia, Evo Morales, habla en una rueda de prensa Morales este lunes 13 de octubre de 2014, en La Paz, donde datos oficiosos de las encuestas a pie de urna y por conteo rápido de los medios dan una victoria en torno al 60 %. | Efe

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El presidente de Bolivia, Evo Morales, amaneció este lunes como vencedor oficioso de las elecciones generales en su país y comenzó a recibir felicitaciones de otros gobiernos, a pesar de que los únicos datos que avalan su triunfo son los sondeos a pie de urna debido a un amplio retraso del recuento oficial.

Morales, en rueda de prensa, no solo dio por sentado que ganó los comicios celebrados este domingo, sino que consideró que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) dio «un mazazo» al lograr dos tercios de la Asamblea Legislativa, lo que le permitirá gobernar cómodamente sin necesidad de acuerdos con la oposición.

«El mazazo se resume en los dos tercios», afirmó el mandatario, al que los datos de las encuestas a pie de urna y por recuento rápido difundidas ayer por los medios auguran en torno al 60 % de los votos, y con ellos la Presidencia de Bolivia en el periodo 2015-2020.

Si el partido oficialista controla los dos tercios del Congreso, como ha ocurrido desde 2009, Morales podrá encarar sin problemas nuevas reformas legales y también realizar cambios en la propia Constitución.

Durante la campaña, la oposición ha expresado su temor de que si el MAS consigue los dos tercios pueda aprobar una ley de reforma parcial de la Carta Magna e impulsar un referendo sobre la reelección indefinida, algo que el Gobierno niega que esté en sus planes.

Según los sondeos, Morales habría ganado en ocho de las nueve regiones bolivianas, al haber perdido en el departamento amazónico de Beni frente a Unidad Demócrata, el partido de su contrincante más inmediato, el empresario conservador Samuel Doria Medina, a quien los sondeos dan a nivel nacional en torno al 25 % de los votos.

Por regiones, la mayor sorpresa fue la victoria del oficialismo en la próspera región oriental de Santa Cruz de la Sierra, tradicionalmente opositora y que fuera, años atrás, bastión del movimiento autonomista.

También la oposición y la prensa boliviana han dado por válidas las cifras de los muestreos elaborados por las empresas Ipsos y Equipos Mori.

Mientras, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia atribuyó la tardanza en el escrutinio a supuestas amenazas de piratas informáticos y a problemas de logística.

El vocal del TSE Ramiro Paredes achacó este lunes a esas dos razones el inusitado retraso, que impidió al órgano electoral anunciar a medianoche de ayer, como estaba programado, los resultados del escrutinio al 70 %.

Paredes aseguró que algunos de los vocales del órgano electoral recibieron en sus teléfonos móviles «anuncios anónimos» de que el sistema informático de transmisión del TSE sufriría sabotajes.

Esta amenaza, agregó, no podía ser pasada por alto, lo que obligó a las autoridades a redoblar las acciones de seguridad.

La autoridad electoral también explicó que hubo un retraso en el trabajo de los notarios y los jurados ciudadanos que trabajaron en el proceso, «lo cual tuvo un efecto dominó en todas las actividades posteriores».

La legislación electoral boliviana otorga a los tribunales departamentales hasta siete días para que transmitan sus informes al TSE, que tiene otros cinco días más como plazo para dar a conocer los datos finales de manera oficial, recordó Paredes.

Una vez preparados ante eventuales ataques de piratas informáticos, el TSE tiene previsto continuar trabajando en el escrutinio oficial con la intención de dar nuevos datos de recuento este mismo lunes.

Sin embargo, a las 13.00 horas de Bolivia (17.00 GMT) el porcentaje de escrutinio publicado en la página web del TSE permanecía estancado en el 2,89 %, la misma cifra que anoche.

Esta ausencia de datos oficiales no fue óbice para que las felicitaciones a Morales comenzaran a llegar desde varios países, entre ellos España, Venezuela, Ecuador, Cuba y El Salvador.

Más de seis millones de bolivianos estaban llamados ayer a las urnas para elegir a presidente, vicepresidente, renovar el Legislativo y designar representantes en el Parlamento Andino.

La jornada electoral transcurrió con normalidad y una alta participación, si bien ese dato es atribuible a que el voto en Bolivia es obligatorio y no sufragar se castiga con una multa y con la prohibición de realizar transacciones bancarias durante tres meses.

Unos doscientos observadores de organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Parlamento Europeo monitorearon el desarrollo de los comicios bolivianos.

Está previsto que la misión de la OEA, encabezada por el expresidente guatemalteco Álvaro Colóm, ofrezca esta tarde un informe sobre la jornada electoral del domingo.