Maria Salom, con su antecesora como candidata al Congreso, Teresa Palmer, y la entonces candidata al Senado, Catalina Soler, en la noche electoral de junio de 2016.

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La dirección del PP balear teme una desmovilización de las bases del partido a la hora de trabajar para la candidatura de Maria Salom ya que en la sede de la formación daban por amortizada a la candidata elegida por Pablo Casado para encabezar la lista de Baleares. La designación de Salom partió directamente de la cúpula de Génova sin que la dirección balear estuviera al corriente de las intenciones del equipo de Casado.

Esta misma situación se ha dado en otras comunidades autónomas, en las que algunos dirigentes regionales se encontraron con las candidaturas hechas desde Madrid, como la del periodista Pablo Montesinos por Málaga, la de Juan José Cortés por Huelva, o la de la Cayetana Álvarez de Toledo por Barcelona. Todos ellos han sido designados de forma directa por Casado.

El presidente de los ‘populares' de las Baleares, Gabriel Company, trató de quitar hierro a la imposición de la candidata. «Las listas nacionales las hace Pablo Casado porque son sus listas y lógicamente, en el partido en Baleares, respetamos las decisiones que se toman dentro de un partido nacional», señaló este lunes el presidente de la formación.

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La realidad, sin embargo, no se ajusta a esa sensación de normalidad que quiere dar el partido. El malestar por el modo en que se ha elegido a Salom es evidente y en la sede temen desafección entre quienes deben llevar la campaña de Salom. La candidata ha hablado en los últimos días con miembros de la dirección para tratar de calmar los ánimos, pero en la sede de Palau Reial le reprochan que no les hubiera informado de la propuesta de Casado.

El enfado del presidente de la formación es manifiesto y en su círculo hay quienes aseguran que ha pensado incluso en tirar la toalla, aunque esperan que el malestar se diluya a la par que comienza a activarse la campaña. El líder autonómico del PP sí ha conseguido manos libres para confeccionar la lista al Parlament. No está claro qué pasará con las listas al Senado ya que la intención de Company era renovar la lista al Congreso y mantener a gente con más experiencia en el Senado, pero la irrupción de Salom en el tablero deja abiertas todas las posibilidades.

Por su parte, el sector del exconseller de Turisme Jaime Martínez, que estuvo a punto de presentar una candidatura alternativa a la de Gabriel Company en el pasado congreso pero la retiró para apoyar a Company tras la abrupta irrupción de José Ramón Bauzá, busca acomodo en las listas autonómicas. Sus apoyos consideran que el actual presidente del partido debería contar con Martínez para tratar de aglutinar a todos los sectores ante las próximas elecciones.