Francina Armengol, a la izquierda, durante la intervención de Pedro Sánchez este miércoles. | Congreso de los Diputados

TW
13

El tan esperado y parece que definitivo pleno de investidura que debe llevar a Pedro Sánchez a renovar su estancia en La Moncloa tendrá 'arbitraje' mallorquín. Porque a Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, le tocará poner orden y concierto a lo largo de dos jornadas que culminarán con la votación, pero que llegan rodeadas de la polémica generada por la Ley de Amnistía, el acuerdo con Junts y un movimiento social que ha puesto en el foco al PSOE y al todavía presidente en funciones.

Tras abrir el pleno a las doce del mediodía, Armengol repartió juego y turnos de palabra entre los portavoces de las fuerzas parlamentarias. Y, como era de esperar, fue cuando apareció en el estrado el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, cuando saltaron las primeras chispas, más allá de las esperadas y habituales llamadas a la atención a los diputados. De hecho, Armengol llamó la atención a la bancada del PP tras subir de todo los gritos y gestos de diputados como Esteban González Pons ante la intervención inicial de Pedro Sánchez. «Compórtense. Si alguien no quiere escuchar, es libre de no hacerlo», aseveró la política 'inquera', que afronta el segundo asalto de una investidura fallida semanas atrás para los populares.

Tuvo trabajo Armengol, pues volvió a incidir en el ajetreo en la bancada de la oposición. «Hay una serie de diputados y algún senador que están profiriendo insultos. Por favor, les pido respeto a esta Cámara y a la ciudadanía. Compórtense», ordenó la presidenta del Congreso, que recoge el testigo, desde la perspectiva local, de Félix Pons, quien durante sus diez años en el cargo fue el encargado de presidir los plenos que mantuvieron al también socialista Felipe González al frente del Ejecutivo.

En el momento en el que Armengol solicitó a Feijóo que fuera finalizando su intervención, el presidente de los 'populares' explotó, pidiendo a la presidenta del Congreso el mismo tiempo que tuvo el representante socialista, Óscar Puente. «Señoría, pido exactamente el mismo tiempo que tuvo el señor Puente en mi respuesta a la investidura, que fueron 40 minutos», espetó el gallego.

La cosa fue a más, y ante la insistencia de la presidente del Congreso, Feijóo volvió a mostrar su descontento. «8:39 minutos por los 10 minutos que tuvo el señor Puente y lo acabamos», dijo visiblemente molesto el presidente del Partido Popular, que puso a prueba a Armengol en una intervención tensa, como lo serán otras a lo largo de los dos días de debate en la Carrera de San Jerónimo.