Los candidatos apuran las últimas horas de campaña con llamadas a la movilización y apelando en muchos casos al miedo -aunque en distintas direcciones- para arañar todos los apoyos posibles en la incierta cita con las urnas del próximo domingo.
El miedo al ascenso de Vox -que según los sondeos puede llegar a doblar el número de escaños- es al que recurre el PSOE para movilizar a los votantes de izquierda pero también el PP, que insiste en pedir que todo el voto se una en torno al partido de Pablo Casado como la única opción útil de la derecha para sacar de la Moncloa a Pedro Sánchez.
El temor a una gran coalición PSOE-PP es al que sigue apelando Unidas Podemos para resistir, y el miedo propio, a una debacle como la que le auguran las encuestas, es el que mueve a Ciudadanos para presentarse como el partido dispuesto con sus escaños a desbloquear a partir del 10N.
Madrid y Barcelona son los escenarios elegidos por los principales partidos esta noche para despedir la campaña electoral, la más corta de la democracia.
Antes del cierre, ya han dejado muchos de sus últimos mensajes. Como Pedro Sánchez, quien ha vuelto a prometer que en 48 horas hará una propuesta de desbloqueo a PP, Cs y Podemos, y que la trasladará también a regionalistas y nacionalistas dispuestos a buscar la gobernabilidad, entre los que no cuenta al independentismo catalán.
Así lo ha dicho Sánchez esta mañana en la que ha dado dos entrevistas -a TVE y la Ser- poniendo el énfasis en lo que le preocupa el ascenso de la «ultraderecha, los franquistas» de Vox, que están, en su opinión, «arrastrando» ideológicamente tanto al PP como a Ciudadanos.
La iniciativa de Vox que se aprobó ayer en la Asamblea de Madrid con los apoyos de PP y Cs y que apuesta por la ilegalización de partidos independentistas que atenten contra la unidad de España, le ha servido al líder socialista para criticar a ese partido y acusar a populares y Ciudadanos de darle alas.
«Si no hay valentía por parte del PP y de Ciudadanos de contraponer un proyecto alternativo a la ultraderecha, los votantes progresistas debemos movilizarnos el próximo 10 de noviembre y frenarla con nuestro voto», ha dicho.
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, por su parte, ha insistido en hacer un llamamiento a los votantes de Vox y Cs para que opten por aunar todas las fuerzas en el PP, porque según ha dicho el suyo es el partido «genuino» entre las opciones del centro derecha.
Incluso, en una entrevista en Cope ha considerado que el partido de Abascal y Rivera le «imitan» y pretenden hacer política desde el sofá, cuando es el PP el que tiene experiencia y por tanto el único que puede ser alternativa de Gobierno.
En esta última jornada se ha conocido el envío masivo de mensajes a móviles que ha hecho Casado pidiendo la confianza de los electores.
«Hola, soy Pablo Casado», comienza este mensaje enviado a 1,2 millones de móviles en el que el líder de los populares pide el voto «para sumar una nueva mayoría de cambio en España frente a la crisis económica y el desafío separatista».
Mientras Casado llamaba sus rivales de Vox y Cs «seleccionadores de fútbol de sofá» que no salen al césped, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera se ha ido a un polideportivo madrileño a jugar un partido de fútbol sala para escenificar la «remontada» que el partido naranja asegura logrará frente a los malos resultados que le dan las encuestas.
Al igual que Pedro Sánchez, Rivera cierra en Barcelona esta noche una campaña en la que el líder de Ciudadanos ha insistido en subrayar que puede ser una pieza decisiva para desbloquear la legislatura y permitir la formación de Gobierno.
Pablo Iglesias cierra en Madrid, y antes ha estado en Toledo, donde este mediodía se ha mostrado convencido de que muchos votantes progresistas han visto la intención de Sánchez de apostar por otras opciones distintas a Unidas Podemos para pactar.
«La gente no es idiota y se está dando cuenta de que usted mira a la derecha», ha dicho Iglesias dirigiéndose a Sánchez. Y ha insistido en que no piensa dar «gratis» su voto al líder socialista.
Mientras Pablo Iglesias tendrá junto a él a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para el cierre de campaña, quien fue su compañero de partido y ahora rival en Más País, Íñigo Errejón, estará acompañado por la exalcaldesa madrileña Manuela Carmena en su último mitin en la capital.
En Madrid cierra esta noche su campaña Vox, el partido al que todos los sondeos auguran la mayor subida el domingo.
Santiago Abascal, que ayer acusaba al resto de partidos de «criminalizar» al unísono y de forma coordinada a Vox, pondrá el punto final a su campaña en la plaza de Colón.
No ha tenido Abascal actos antes, aunque sí otros dirigentes como Javier Ortega Smith, quien en Zamora ha vuelto a crear polémica al insistir en que la violencia de género es una «invención política», y ha pedido diferenciar las causas que motivan los asesinatos por entender que no es lo mismo que sea por odio hacia las mujeres o que exista un problema psiquiátrico o una situación de alcoholismo.
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