En la India se trata de un alimento muy valorado. | Freepik

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En un mundo donde la alimentación saludable se ha convertido en una prioridad, el ghee emerge como una alternativa que comienza a captar la atención de los consumidores. Este producto, tradicionalmente utilizado en la cocina asiática, está ganando adeptos en España y otras partes del mundo gracias a sus beneficios nutricionales y su capacidad para sustituir con eficacia a otras mantecas.

Un recurso milenario que llega de la India

El ghee tiene sus raíces en la India, donde ha sido un elemento básico en la cocina durante siglos. Este ingrediente, conocido por ser una manteca clarificada, se produce a través de un proceso que elimina el agua y los sólidos no grasos, resultando en una grasa pura, rica en nutrientes y libre de lactosa.

El ghee se distingue por su alta concentración de grasas saturadas, representando más del 50% de su composición total. Aunque esto podría generar dudas entre los defensores de las dietas bajas en grasas, es importante señalar que no todas las grasas saturadas son iguales. El ghee también contiene ácidos grasos beneficiosos como el ácido linoleico conjugado (CLA) y el ácido vaccénico, reconocidos por sus posibles ventajas para la salud.

El papel del ghee en la nutrición moderna

Los estudios recientes han resaltado el papel del CLA y otros componentes del ghee en la mejora de la salud cardiovascular y metabólica. Además, al ser una fuente de vitaminas liposolubles como la A y la E, el ghee ofrece un abanico de beneficios que lo convierten en una opción válida frente a otros ingredientes.

Además de la India, países como Sudán, Etiopía y varias naciones de Oriente Medio han estado produciendo ghee durante muchos años. Sin embargo, en los últimos tiempos, varias naciones americanas, incluyendo Argentina, Paraguay y Estados Unidos, han iniciado su producción, reflejando el creciente interés global en este producto.