Las transacciones digitales son cada vez más comunes. | Freepik

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Las aplicaciones de pago móvil han revolucionado la forma en que los españoles gestionan su dinero diariamente. Con más de 20 millones de usuarios en España, estos servicios permiten transferir fondos instantáneamente entre amigos, familiares o comercios con solo introducir un número de teléfono. Sin embargo, lo que para muchos representa comodidad y rapidez, para la Agencia Tributaria supone una nueva vía de control sobre el flujo de dinero entre particulares.

La facilidad para realizar transferencias inmediatas desde cualquier dispositivo móvil ha convertido estas plataformas en herramientas indispensables para dividir cuentas en restaurantes, pagar la parte proporcional de un regalo colectivo o saldar pequeñas deudas. No obstante, este sistema también ha abierto la puerta a operaciones económicas que, en ocasiones, escapan del radar fiscal cuando deberían estar debidamente declaradas.

Las consecuencias de no declarar correctamente tus movimientos digitales

Hacienda ha intensificado su vigilancia sobre estas transacciones electrónicas y ha categorizado tres tipos de infracciones que podrían derivar en graves sanciones económicas para los usuarios descuidados o que intentan eludir sus obligaciones tributarias.

La primera categoría corresponde a las infracciones leves, que se producen cuando la cantidad no declarada es inferior a 3.000€. En estos casos, las consecuencias no son nada desdeñables: multas que pueden alcanzar los 3.000€, además de un recargo adicional del 50% sobre el importe que debió declararse. Por ejemplo, si un usuario recibe pagos regulares por pequeños servicios que suman 2.800€ anuales y omite incluirlos en su declaración, podría enfrentarse a una sanción económica considerable más un recargo de 1.400€.

El siguiente escalón lo conforman las infracciones graves, aplicables cuando la cantidad no declarada supera los 3.000€ o representa más de la mitad de la base imponible del contribuyente. Las sanciones en este nivel se endurecen significativamente, oscilando entre el 50% y el 100% del importe que se intentó ocultar. De este modo, si alguien recibe 6.000€ por trabajos esporádicos a través de su aplicación de pagos y no los declara, la multa podría situarse entre 3.000€ y 6.000€, dependiendo de factores como la reincidencia o la cooperación con la administración.

El escenario más preocupante corresponde a las infracciones muy graves, donde las cantidades defraudadas superan los 120.000€. En este caso, la situación trasciende el ámbito administrativo para convertirse en un potencial delito fiscal, con sanciones económicas que pueden alcanzar el 150% del importe no declarado y la posibilidad de penas de prisión. Un caso hipotético sería el de un profesional que recibe honorarios significativos mediante pagos móviles que acumulan 150.000€ sin reflejarlos en sus obligaciones fiscales, lo que podría traducirse en una sanción cercana a los 225.000€ y consecuencias penales.

Colectivos especialmente vigilados y consejos prácticos

Los trabajadores autónomos y pequeños empresarios constituyen uno de los grupos bajo mayor escrutinio. Muchos han adoptado estas plataformas como método de cobro por su inmediatez y facilidad, pero deben recordar que estos ingresos deben registrarse adecuadamente en su contabilidad e incluirse en las declaraciones trimestrales y anuales correspondientes.

Otro sector que ha encontrado en estas aplicaciones una forma cómoda de gestionar pagos es el inmobiliario, particularmente en lo relativo a alquileres entre particulares. Sin embargo, los propietarios deben tener presente que estos ingresos están sujetos a las mismas obligaciones fiscales que los recibidos por métodos tradicionales.

Para evitar sorpresas desagradables, los expertos recomiendan mantener un registro detallado de todas las transacciones realizadas a través de estas plataformas, especialmente aquellas que correspondan a actividades económicas o profesionales. Asimismo, es aconsejable consultar con un asesor fiscal cuando existan dudas sobre la naturaleza de ciertos movimientos o las obligaciones tributarias asociadas.